La Policía Militar de Río de Janeiro (sureste de Brasil) expulsó y procesó ante la justicia a 43 agentes tras ser acusados de extorsionar a pequeños comerciantes, informó este sábado la cadena de noticias O Globo.
Los policías expulsados operaban en Bangú, oeste de la ciudad, donde permitían que taxis y autobuses se movilizaran sin licencia. En algunos casos, los agentes trabajaban para bandas que traficaban drogas.
Estos operativos forman parte de la histórica lucha anticorrupción que la mandataria de brasileña Dilma Rousseff emprendió tras asumir su segundo mandato.
"La Policía Federal, el Ministerio Público e instituciones del Estado brasileño están investigando corruptos y no hay ningún tipo de presión del Gobierno para inhibir las investigaciones”, dijo Rousseff durante la II Conferencia Nacional de Educación que concluyó en noviembre pasado en Brasilia.