La reina Isabel II de Inglaterra estuvo a punto de ser disparada por un escolta durante una escapada nocturna a su jardín, publicó el diario británico The Times
La monarca más anciana del mundo (cumpirá 91 años el venidero 21 de abril) tiene la costumbre de salir a pasear por palacio cuando no puede dormir. Y ese hábito estuvo a punto de provocar un incidente tan grave como absurdo: un guardia estuvo a punto de acabar con la vida de la monarca más longeva. El suceso se dio a conocer muy poco después de que la Reina sufriese un resfriado que le ha impedido cumplir con algunos de sus compromisos y tradiciones navideñas.
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Todo ocurrió a las 3 de la mañana. Isabel II salió a pasear por los terrenos del palacio, pero un guardia, que hacía la ronda, no la conoció cuando vio una figura en la oscuridad. Creyó que se trataba de un intruso, preparó su arma y lanzó la clásica pregunta: ¿Quién anda ahí?
La reina se identificó y el guardia no pudo evitar exclamar: "¡Maldita sea, Su Majestad, por poco le disparo!". Durante unos instantes, temió las consecuencias de su salida de tono. Pero Isabel II, al parecer, se lo tomó con humor: "La próxima vez te llamaré con antelación, para que no tengas que dispararme".
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El artículo no revela cuando tuvo lugar este suceso, pero debido a la avanzada edad de la monarca, no parece probable que ocurriera recientemente. El Palacio de Buckingham se ha negado a comentar la anécdota.