Tras los casos de corrupción destapados desde abril pasado, el nuevo presidente de Guatemala recibirá un país con las arcas vacías, con una millonaria deuda externa, además de una pobreza extrema y una actividad y crecimiento económico en descenso.
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Según una fuente electoral más de 7,5 millones de guatemaltecos han sido llamados a las elecciones del próximo 6 de septiembre para elegir a sus máximas autoridades en un proceso que se ha visto envuelto en la incertidumbre por la falta de una reforma electoral.
La pobreza afecta a un 53,71 por ciento de la población y de ellos, el 13,33 por ciento, vive en la más absoluta miseria.
Se esperaba que la economía estuviera en un 4 por ciento, sin embargo se ha situado a la baja en un 3.5 por ciento, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Pese a eso, la Junta monetaria mantiene la expectativa de crecimiento entre 3,6 y 4,2 por ciento para este año. Mientras tanto, la pobreza sigue afectando a la mayoría de los 15 millones de habitantes, sobre todo a poblaciones indígenas de las áreas rurales.