El Departamento de Defensa de EE.UU. condenó este jueves a 16 miembros de su ejército por bombardear un hospital en la ciudad de Kunduz, Afganistán, en la que 42 personas murieron, entre ellas varios miembros del grupo internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).
El presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió disculpas por el crimen realizado por su ejército que bombardeó el Hospital de Médicos Sin Frontera, mató a niños y otras personas que recibían asistencia médica.
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Entre los implicados en el crimen se encuentra un general mayor de la Fuerza Aérea y miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense.
Los militares condenados no fueron juzgados por un tribunal militar, pero aseguran que fueron suspendidos y retirados de la nación afgana para ser enviados a "cursos de recapacitación por actos criminales".
Según las investigaciones del Ejército de EE.UU., la tripulación del avión AC-130 que bombardeó las instalaciones médicas "confundió" el hospital con un edificio gubernamental que presuntamente había sido tomada por el movimiento talibán y masacró a más de 40 personas inocentes.
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La organización internacional Médicos Sin Fronteras calificó de horrendo y brutal el bombardeo a esa instalación, donde además resultaron heridos más de 30 pacientes y empleados.
El dato
El general John Francis Campbell admitió que los aviones dispararon 211 proyectiles contra el edificio internacional Médicos Sin Fronteras durante 25 minutos.