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El Gobierno de Estados Unidos implementará una medida que busca restringir la ayuda económica a Palestina con el objetivo de presionar al presidente, Mahmud Abbás, para que intente alcanzar un acuerdo con Israel respecto la represión en las mezquitas que ha costado la vida de más 50 palestinos.
La Cámara de Representantes del Congreso votó a favor de bloquear la ayuda de 370 millones de dólares para la Autoridad Palestina, en represalia por la escalda de violencia que sacude a Jerusalén (territorios ocupados) desde principios de octubre, ya que según los congresistas, Abbás debe poner fin a "su retórica inflamatoria contra Israel”, cita el diario Yediot Aharonot.
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En ese sentido, el Departamento de Estado informó al Congreso su intención de recortar en un 22 por ciento la ayuda anual, de 370 millones a 290 millones, según el diario “Al Monitor”.
Por otro lado, la Cámara de Representantes advirtió a Abbás de que no seguirá aprobando la ayuda económica –estipulada desde los acuerdos de Oslo en 1993– si "decide abandonar las negociaciones directas de paz con Israel", resalta el rotativo.
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El jueves pasado la Cámara criticó a Palestina por que "no ha respondido como se esperaba a sus compromisos previos con el primer ministro Benjamín Netanyahu para poner fin a la violencia".
Abbás, ha lamentado en la Organización de Naciones Unidas (ONU) que la cuestión palestina siga sin solución por parte de este organismo internacional que sigue sin poner fin a la injusticia y sin dar a su pueblo el derecho a la libertad y la autodeterminación.
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“Lamentablemente, la justa causa de Palestina sigue paralizada aunque hayan pasado tantos años, nuestro pueblo ha colocado sus esperanzas en los países de esta organización para ayudarles a adquirir su libertad, su independencia y su soberanía, para que sus derechos y sus deseos de tener un propio Estado al igual que los demás pueblos de la tierra, puedan concretarse”, expresó el mandatario palestino.
En Contexto
Soldados israelíes irrumpieron el pasado 13 de septiembre en la Mezquita Al-Aqsa (Jerusalén), en la provincia de Al-Quds y agredieron a los palestinos que se encontraban en el lugar más sagrado para los musulmanes.
Los oficiales usaron granadas de aturdimiento, gases lacrimógenos y balas de goma para abrirse paso y expulsar a los palestinos de la mezquita, que según medios locales, pretende destruir Israel para transformarla en un templo judío.
El ataque israelí contra Al-AQsa ha sido uno de los más brutales en los últimos años, de acuerdo con Hispantv.
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