Las autoridades de Charlotte, en Carolina del Norte, EE.UU., descartaron este jueves un eventual toque de queda, aunque se mantiene el estado de emergencia en la ciudad estadounidense, por los disturbios tras la muerte de Keith Lamont Scott, un hombre afrodescendiente, a manos de la policía.
El jefe de la policía de Charlotte Mecklenburg, Kerr Putney, aseguró que por ahora no hay necesidad de cerrar la ciudad a una hora determinada, pero advirtió que la policía seguirá en las calles mientras duren las manifestaciones.
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Putney confirmó la gravedad del herido durante las protestas del miércoles, presuntamente víctima de un disparo hecho por un civil, aunque la policía revisa los vídeos del área para determinar si algún uniformado estuvo involucrado.
A través de una rueda de prensa el alto oficial expresó: "Nunca había sido testigo de las cosas que hemos visto aquí en las últimas 48 horas", a su vez reiteró la versión policial según la cual Scott "estaba armado y era una amenaza".
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Por el momento no tienen previsto publicar las imágenes tomadas por las cámaras de vídeo personales instaladas en los uniformes de los agentes envueltos en el tiroteo para no comprometer la investigación, pero que sí las mostrarán a los familiares de la víctima, dijo el jefe de la Policía de Charlotte.
En contexto
El pasado 21 de septiembre una nueva jornada de manifestaciones antirraciales aconteció en Estados Unidos cuando más de un centenar de personas salieron a las calles de Charlotte, en Carolina del Norte, para protestar por la muerte de un afrodescendiente a manos de la policía.
Un vídeo de WCCB -TV, en Charlotte, mostraba a los manifestantes en el complejo de apartamentos donde se suscitó el tiroteo, en el que murió Keith Lamont Scott por un disparo del oficial Brentley Vinson.
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