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Dos casos de víctimas de falsos positivos de 2008 se suman a los jóvenes que fueron asesinados por el Ejército colombiano con el propósito de cumplir cuotas y obtener prebendas por el asesinato de supuestos guerrilleros.
Otras dos víctimas del Ejército colombiano fueron denunciadas este martes como parte de los casos de falsos positivos del departamento de Soacha. Sus madres Rubiela Giraldo y María Sanabria dieron a conocer los casos que se suman a los jóvenes por los cuales han sido condenados 21 militares, incluyendo un coronel.
La denuncia llega ocho años después de que se dieran a conocer los primeros casos de desapariciones forzadas en la región vecina con Bogotá. Los jóvenes fueron contactados en Soacha bajo falsas ofertas de trabajo y luego trasladados al Norte de Santander, donde fueron asesinados y reportados falsamente como guerrilleros muertos en combate.
Los responsables de estas dos nuevas muertes serían los mismos que ya fueron hallados culpables y que se encuentran a la espera de una decisión de condena por parte de las cortes colombianas.
El juez del caso ya determinó que se trata de un delito de lesa humanidad y ordenó al Estado colombiano reparar a los familiares de las víctimas.
Según la Fiscalía General de la Nación, en 2015 habían 3.430 investigaciones por sospecha de falsos positivos de los cuales menos de cinco por ciento han sido resueltos y hasta 22 generales del Ejército colombiano se encuentran implicados.
