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La Comisión del Senado de Brasil que está a cargo del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff canceló la sesión prevista para este jueves y la pospusieron para el próximo lunes.
La decisión fue tomada por el presidente de esta instancia, el senador Raimundo Lira, luego que el debate en el que se presentaron las declaraciones de los primeros testigos acusadores este miércoles, se extendiera por más de 15 horas y terminara la madrugada de este jueves.
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Durante la cita suspendida, se tenía previsto la presentación de los tres primeros testigos de la defensa de la mandataria.
Las comparecencias del miércoles marcaron el inicio de la fase procesal del juicio político, tras presentarse testimonios de expertos como el del fiscal del Ministerio Público de Cuentas, Julio Marcela de Oliveira, que dieron cuenta de presuntas pruebas contra la jefa de Estado.
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¿Con moral para juzgar a Dilma?
Nalu Faria, referente de la Marcha Mundial de Mujeres de Brasil, dijo para la web de Notas que la situación en Brasil sigue siendo crítica, pues existe un golpe a la democracia, planificado y estructurado desde las elecciones de 2014, cuando la derecha de este país no reconoció los resultados.
Aseguró que no existe proceso de juicio porque no hay crímenes y expresó que se ha utilizado el tema de la corrupción, pese a que la mandataria no está involucrada en ningún caso de este tipo.
"Mientras que el actual presidente interino, Michel Temer, está citado por la Justicia, como muchos de sus ministros", dijo sobre el encargado de la nación que, según el analista Ángel Guerra, desde su estancia en el Poder solo ha aplicado medidas "brutales".
Guerra dijo que "No en balde el de Temer es el primer gabinete después de las dictaduras militares integrado totalmente por hombres blancos y ricos. Solo por eso es ya muy excluyente en uno de los países del mundo donde existe más desigualdad social y mezcla racial".
Desde el inicio del impeachment, Dilma denunció a los partidos políticos opositores de estar instrumentando un “golpe de Estado institucional”.
Notas publicó en su portal web que la mayoría de los parlamentarios que dieron curso al proceso de juicio político contra Dilma enfrentan causas por corrupción.
"Particularmente, se trata de la bancada conocida como BBB: el buey, la biblia y la bala, conformada por miembros de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores vinculados a los agronegocios, las iglesias evangélicas y la promoción del uso de armas de fuego", sostiene el medio.
ONGs y Think Tanks (Laboratorios de ideas) también son señalados de haber respaldado el golpe de Estado en Brasil por medio de la manipulación de la opinión pública y la generación de acciones mediáticas, mediante donaciones de grandes empresas.
El aval de EE.UU. y Alemania al golpe para posicionar a la derecha
El embajador de los Estados Unidos en la OEA (Organización de Estados Americanos) rechazó en una plenaria de la entidad, la posición de países miembros como Venezuela, Bolivia y Nicaragua sobre la existencia de un golpe en curso en Brasil.
Lo propio también lo hizo el gobierno alemán, que señaló que "no hubo golpe y continuará manteniendo relaciones diplomáticas con el gobierno de Temer".
Fue la primera vez que el gobierno norteamericano rechazó claramente la postura de que el proceso de impeachment que apartó a Dilma Rousseff de la presidencia haya sido un golpe.
El articulista detalla que desde el punto de vista político, Obama quiere aprovechar el giro de la derecha en la superestructura de América Latina y el fin de los ciclos progresistas para recuperar el terreno perdido en la última década, mientras la región considerada históricamente su "patio trasero" se abría a nuevos socios comerciales, como China.
"El triunfo de la derecha en las elecciones legislativas en Venezuela, la derrota de Evo Morales en el plebiscito en Bolivia, la crisis brasilera y el triunfo de Mauricio Macri en las presidenciales argentinas, marcan la oportunidad para reordenar la región a tono con el Consenso de Washington de los años 80", detalló Augusto.
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