Algemiro Cáceres García, artesano de profesión, fue extraditado a Argentina acusado de ser el “Rey del éxtasis”, pero el ciudadano colombiano demostró que nunca estuvo involucrado en el tráfico de drogas sintéticas.
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El tribunal de Cundinamarca pidió a la Fiscalía y al Ministerio de Exteriores pagar más de 400 millones de pesos (24 millones 714 mil 900 dólares) por la injusticia que se cometió contra el comerciante.
El abogado de la víctima, Jaime Torres, declaró que el día de la audiencia el mismo magistrado de la corte de la Plata (Argentina) le pidió disculpas al ciudadano colombiano y lo absorbieron de toda acusación en su contra.
Luego de ser dejado en libertad, a Cáceres le tocó dormir en la calles de Buenos Aires y pedir limosnas para poder subsistir, mientras era deportado a Colombia.
En el fallo los magistrados le hacen un fuerte llamado a la cancillería para que en casos como este brinden apoyo a los colombianos que sean extraditados a otros países.
El abogado defensor hizo un llamado a las entidades diplomáticas a “no dejar abandonadas a las personas que han sido extraditadas".
El calvario para este humilde artesano continúa, actualmente vive en Perú, porque aún está en su contra una circular roja de la INTERPOL que lo busca como uno de los mayores traficantes de droga en Latinoamérica.
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