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El expresidente colombiano, Andrés Pastrana, renunció a la Comisión Asesora de Paz, creada por el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, en marzo, bajo el argumento de que el acuerdo de justicia transicional alcanzado en Cuba “genera dudas y podría ser un cheque en blanco a las FARC-EP”.
A través de una carta enviada el jueves a Santos, el exjefe de Estado afirma que el documento de 10 puntos leído en La Habana, es un resumen incompleto de los 75 puntos del acuerdo, lo cual “ (...) es la mayor concesión lograda por las Farc tras la aceptación del narcotráfico como delito conexo a sus ideales”.
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Para el político conservador el acuerdo solo contempla “el anhelado proyecto de justicia de las Farc”, lo cual es inaudito. Recordó que cuando aceptó integrar la comisión pensó en que “se respetaría el marco constitucional”, pero hasta ahora no le parece claro, “tras los puntos que hacen parte de la jurisdicción especial de paz”, indica el diario en portal web RCN.
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Según el exmandatario, los magistrados que integrarán este grupo suplantarán el poder judicial y los organismos de control “mientras se perfila para ello la revocatoria del Poder Legislativo para tramitar una ley habilitante de poderes dictatoriales para el Poder Ejecutivo en cabeza del Presidente de la República”, alega en su carta, refiriéndose a órganos que rigen el proceso de paz.
Sin embargo, en el acuerdo alcanzado por el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, aclara dentro de apartado: funciones del Tribunal especial de Paz, que para aquellos (insurgentes) que reconozcan su responsabilidad en el conflicto armado, se proferirán sentencias fundadas en las conductas reconocidas.
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En tales casos, las conductas reconocidas serán contrastadas con las investigaciones de la Fiscalía General y con las sentencias judiciales existentes, así como con la información que provean las organizaciones de víctimas y de derechos humanos.
En Contexto
Cuando el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, creó la Comisión Asesora de Paz el 10 de marzo, la delegación insurgente en La Habana, cuestionó la iniciativa por su carácter excluyente.
“El hecho de que personalidades de la vida nacional que habían expresado resquemores e incluso franca oposición a los diálogos de La Habana, hayan aceptado integrar una comisión asesora, es, a nuestro modo de ver, una muestra fehaciente de que los anhelos de paz de todos los colombianos tienen la fuerza y la credibilidad suficiente como para que ningún sector de la vida nacional se quede por fuera de ella”, expresó el grupo rebelde en un comunicado tras el inicio del ciclo 34 de los diálogos de paz que desarrollan en la isla desde 2012.
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Las FARC-EP, consideraron excluyente y carente de diversidad la comisión, que a su juicio, fue creada con el objetivo de acompañar y que opine sobre las conversaciones entre el Gobierno y el grupo insurgente.
