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La popularidad del presidente de Bolivia, Evo Morales, ha alcanzado altos índices no sólo en la nación que gobierna sino también en América Latina. Así lo reflejan varios estudios realizados por encuestadoras reconocidas, además de la gran aceptación que tiene por los bolivianos quienes lo han reelegido en tres oportunidades.
Es así como actualmente surge otra demostración de esta aceptación tras la propuesta por parte de los movimientos sociales de ese país, quienes buscan modificar la Constitución para permitir la reelección consecutiva del mandatario hasta 2030.
Dicha iniciativa será presentada el próximo 17 de septiembre ante la Asamblea Legislativa, según informó la Coordinadora Nacional por el Cambio , la cual agregó que la repostulación también es solicitada para el vicepresidente Álvaro García Linera.
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El dirigente de la Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Trujillo, detalló que el anteproyecto de ley propuesto por las organizaciones sociales toma en cuenta las bases de la Constitución Política del Estado, en el marco legal y democrático.
Aunque Morales no ha dicho públicamente si irá a la reelección, ha insistido en que cumplirá con lo que pidan sus bases de habilitarse esa posibilidad, a pesar de que aún le restan cuatro años para terminar su actual periodo de Gobierno.
La propuesta será puesta en manos del pueblo boliviano, que definirá en referendo popular si se aprueba la ley.
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Derecha boliviana carece de preparación
La posibilidad de que el presidente Evo Morales se presente como candidato en las próximas elecciones mantiene en vilo a la derecha boliviana, la cual, según algunos analistas, carece de preparación para un debate sobre el tema, así lo ha señalado el viceministro de Coordinación de los Movimientos Sociales, Alfredo Rada.
Agregó que luego de que se conociera la propuesta planteada por los movimientos sociales, el liderazgo opositor activó una campaña desmedida y sin argumentos.
El viceministro mostró como ejemplo los ataques por parte del expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), quien emitió comentarios sobre Morales con argumentos carentes de bases y que demuestran absoluto desconocimiento sobre sistemas políticos, al comparar lo que acontece en Bolivia con una monarquía absolutista.
