Asamblea Nacional Constituyente para la paz en Colombia

La realización de una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo para refrendar los acuerdos alcanzados en la mesa de diálogos en La Habana, Cuba, es una idea planteada por los representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( FARC-EP) que se encuentran negociando desde 2012 el fin del conflicto colombiano.

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Nuevas voces se han sumado al planteamiento hecho por las FARC-EP, recientemente el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro sostuvo una reunión con los negociadores de la insurgencia en La Habana para conversar sobre el proceso de paz, el cambio climático y la Constituyente.

Al dar detalles sobre el encuetro con la representación de la insurgencia, Petro aseguró "así el Gobierno de Santos no quiera, como contraparte en la negociación de paz, creo que la sociedad colombiana, toda, debe convocarse a una Asamblea Nacional Constituyente".

El supuesto apoyo de Gustavo Petro a la creación de la Asamblea Nacional Constituyente responde a la búsqueda de recuperar el liderazgo politico del exalcalde, quien fue aislado de la posible coalición de izquierda para unos nuevos comicios en 2018.

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Petro ha mantenido posiciones encontradas con las FARC-EP. La reunión entre el político y la insurgencia se lleva a cabo luego de los avances mostrados en la mesa de diálogos de La Habana, más aún cuando Estado colombiano ha dado garantías para que dirigentes se reúnan con la insurgencia. 

Otra de las voces que se han sumado a la propuesta de la Asamblea Nacional Constituyente, es la del senador colombiano Iván Cepeda, quien en un comunicado expresó "La posibilidad de convocar a un acuerdo social y político por la paz y la Constituyente, entre otros mecanismos de refrendación y sostenibilidad de la paz que se avecina".

El Gobierno de Juan Manuel Santos propuso el mecanismo de un referendo, que ya fue aprobado por el Congreso colombiano para someter a consulta los acuerdos alcanzados en La Habana.

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Desde Cuba, las FARC-EP se han negado al referendo, por ser una decisión unilateral por parte del Estado y que nunca fue consultada a los representantes de la insurgencia, este accionar por parte del Estado ha frenado los avances en el proceso de paz colombiano.