El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, extendió el pasado 5 de septiembre por un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, estatuto del año 1917, que sustenta el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba hace más de medio siglo.
En un comunicado enviado este viernes a los secretarios de Estado y del Tesoro, el presidente estadounidense manifestó que su decisión de prorrogar por un año más la ley hasta el 14 de septiembre de 2016, está “en el interés nacional” de EE.UU.
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Un alto funcionario del Gobierno estadounidense declaró bajo anonimato que la “renovación” de la Ley de Comercio con el Enemigo “maximiza la flexibilidad del presidente para administrar el embargo a Cuba y autorizar determinadas transacciones”.
Además, agregó que esa flexibilidad “es fundamental” para “el compromiso” del Gobierno de Obama de ayudar al pueblo cubano “a determinar libremente su propio futuro”.
Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, Peter Boogaard, precisó que Obama “sigue creyendo que el Congreso debería levantar el bloqueo a Cuba” y ya ha tomado una serie de medidas para “normalizar las relaciones” con la isla.
Boogaard puntualizó que “hasta que el Congreso actúe, la Administración seguirá tomando medidas prudentes y responsables para permitir el comercio y los viajes” con Cuba dentro de las “limitaciones” que impone el bloqueo.
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