• Telesur Señal en Vivo
  • Telesur Solo Audio
  • facebook
  • twitter
  • Para los educadores y rehabilitadores de la escuela cubana Solidaridad con Panamá, no hay sueños imposibles.
    En Profundidad

    Para los educadores y rehabilitadores de la escuela cubana Solidaridad con Panamá, no hay sueños imposibles.

Mónica Patricia Hormaza es psicóloga de la escuela Solidaridad con Panamá, institución educativa cubana que, como en la que Mónica estudió, acompañan a niñas y niños fueguitos.

¿Alguna vez te has sentido discriminado por ser mujer, por ser negro, por tener una discapacidad, por ser de una provincia que no sea la capital, por pensar de alguna manera?¿Alguna vez has sentido en tu cuerpo que te humillan por alejarte de aquello que no es lo establecido socialmente? ¿O que te victimicen por no “cumplir la norma” pactada en sociedad?  

LEA TAMBIÉN:

Eliseo Garrido: “mantener la tierra y cuidar el ganado” en Cuba

Mónica Patricia Hormaza confiesa que no ha vivido esta realidad por ser mujer con discapacidad. Ella apuesta por desarrollar el potencial, a pesar de la discapacidad que tienen, de los niños y niñas que la acompañan. Tiene identidad propia y se sabe “solidaria, honesta y buscadora de retos”.

Reconoce sus limitaciones reales y objetivas, y por ello también se nombra como mujer independiente. Trasciende los estereotipos y constructos sociales. Tiene una identidad propia, como cada persona en este mundo. 

Solidaridad Panamá
Mónica Patricia Hormaza apuesta por desarrollar el potencial, a pesar de la discapacidad que tienen, de los niños y niñas que la acompañan. I Foto: teleSUR

Ella sabe el cuento de Eduardo Galeano, El mundo y lo comparte con quien la rodea.

“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. —El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”.

Mónica Patricia Hormaza es psicóloga de la escuela Solidaridad con Panamá, escuela cubana que, como en la que Mónica estudió, acompañan a niñas y niños fueguitos.

“Cuando terminé Psicología, me incliné por la parte infantil, a pesar de que muchas personas me dijeron que por mi lenguaje trabajar con niños era muy complejo, porque el adulto se adaptaba hasta cierto punto al lenguaje, pero un niño… Y fue una gran sorpresa: los niños me entienden tanto o más que una persona adulta”, cuenta.

Solidaridad Panamá
La directora de Solidaridad con Panamá, Esther María La O Ochoa, reconoce que solo el cariño y la constancia, y no la queja, conducen a la solución de los problemas. I Foto: teleSUR

Reconocer la dignidad humana es reafirmar, como lo hace Mónica, que “un niño o niña discapacitada no es sinónimo de segregación”.

Este fundamento lo respalda también la directora de la escuela Solidaridad con Panamá, Esther María La O Ochoa, quien reconoce que muchas veces nos quejamos, y en su experiencia no es así como se resuelven los problemas y eso lo hemos aprendido acá.

 “Creo que más difícil de lo que tienen los niños nuestros no lo hay y tú lo has visto. No hay un niño llorando. Tú has visto el niño que lo cargué, que lo abracé aquí. ¿Tú quieres algo más fuerte que eso?… y se ríe, él disfruta. ¿Qué problema vamos a tener nosotros que no podamos saltar para que la escuela brille?”, insiste, con ternura, Esther María.

Solidaridad Panamá
Acompañan la rehabilitación física y la estabilización psicológica de niños de educación primaria y secundaria. I Foto: teleSUR

La escuela Solidaridad con Panamá, una institución de referencia nacional que tiene dos objetivos fundamentales: la rehabilitación física y la estabilización psicológica de niños de educación primaria y secundaria, fue fundada por Fidel Castro y educadores en Cuba en diciembre de 1989.

Enterate más de:

Cuba Identidad

Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.