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Pese a haber comenzado en las calles de forma pacífica, los opositores han formado grupos armados para enfrentar a la junta militar de Ming Aung Hlaing.

Pese a haber comenzado en las calles de forma pacífica, los opositores han formado grupos armados para enfrentar a la junta militar de Ming Aung Hlaing. | Foto: EFE

Publicado 7 septiembre 2021



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El Gobierno en la sombra de Myanmar, formado por opositores, declararon al país en estado de emergencia.

Opositores a la junta militar de Myanmar llamó este martes a una revuelta contra el Gobierno castrense, que tomó el poder en febrero pasado, bajo una estrategia que incluye la acción de milicias armadas y fuerzas étnicas para expulsar a los golpistas.

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El presidente de la Unidad Nacional (NUG), Duwa Lashi La, dijo en un discurso que el llamado "Gobierno en la sombra", integrado por los opositores, legisladores electos que fueron destituidos, y miembros en el exilio o en la clandestinidad, estaba declarando estado de emergencia.

El pasado 1 de febrero, el ejército birmano depuso al Gobierno de la Liga Nacional para la Democracia (LND), dirigido por Aung San Suu Kyi , lo que generó fuertes protestas contra la instauración de la junta militar.

Cientos de muertes se han registrado a partir del enfrentamiento entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, mientras los militares suspendieron el parlamento, con mayoría de la LND, por un supuesto fraude en las elecciones de noviembre pasado, que ganó el partido de Suu Kyi.

El "Gobierno en la sombra" de la Unidad Nacional insta a todos los ciudadanos a "rebelarse contra los militares" en todos los rincones del país.

“Han pasado 8 meses desde que las protestas pacíficas han sido brutalmente disparadas, golpeadas y encarceladas”, dijo Duwa Lashi en su discurso publicado en las redes sociales del grupo político.

“La revolución pertenece al pueblo Debido a la revolución, todos los ciudadanos de la Unión de Myanmar deberían rebelarse contra la administración terrorista liderada por Min Aung Hlaing en todo el país”, agregó.

Pese a iniciar con protestas pacíficas inicialmente, algunos opositores han formado grupos armados con la bandera de las Fuerzas de Defensa del Pueblo, en alianzas con milicias étnicas que veían al Ejército como enemigos durante mucho tiempo.

Ante el anuncio del inicio de una guerra defensiva, Lashi La llamó a una revuelta contra las fuerzas castrenses, lideradas por Ming Aung Hlaing en todo el país.

Según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos, más de 1.000 personas han sido asesinadas por las fuerzas de seguridad. Pese a las sanciones de Occidente y los esfuerzos diplomáticos por acabar con la situación crítica, los resultados no son eficaces.

Recientemente, la junta militar se negó a aceptar una propuesta de alto al fuego realizada por el enviado especial de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a Myanmar, Erywan Yusof, según reseñaron los medios locales.

De acuerdo con Yusof, el martes pasado, le entregó la propuesta al ministro de Exteriores birmano, Wunna Maung Lwin, y que este lo aceptó.

En contraposición, el portavoz de la junta Zaw Min Tun, afirmó que Wunna Maung Lwin no afirmó que han aceptado la propuesta, mientras aseguró que no bloquearían la llegada de ayuda humanitaria.

Zaw Min dijo que las organizaciones étnicas armadas son las que violan el alto al fuego que las autoridades vienen prorrogando mensualmente desde que fue declarado en diciembre de 2018.

En febrero pasado, tras la toma del poder de la junta castrense en Myanmar, la institución militar anunció que el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, fue nombrado presidente del país.


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