La Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortó este martes al Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional a discutir y atender la situación tras del conflicto armado en el este de Ucrania.
"Ya no hay titulares internacionales, pero el conflicto en el este de Ucrania no está congelado, está vivo y requiere nuestra atención, particularmente para aliviar el costo humano del conflicto”, afirmó la subsecretaria general para Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary Di Carlo.
El conflicto en Ucrania ha dejado a más de cuatro mil personas que requieren ayuda humanitaria y protección civil.
Asimismo, expresó su preocupación por los enfrentamientos ocurridos que han causado la muerte de 2.700 civiles y recientemente (en las últimas 24 horas) el fallecimiento de siete miembros de las fuerzas de seguridad, pese a los constantes llamados al cese al fuego.
"Estamos profundamente preocupados por el reciente deterioro de la situación en la línea de contacto, así como en el área de la estación de filtración de agua de Donesk (...) Los niños no pueden ir a la escuela, la salud continúa deteriorándose y la zona es la tercera en el mundo con mayor cantidad de minas", agregó.
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Di Carlo explicó que el Protocolo de Minsk (acuerdo de paz firmado entre Rusia, Donetsk, Lugansk en septiembre de 2014) no ha logrado consolidar grandes avances para poner fin al conflicto a través del diálogo aunque existen propuestas de soluciones prácticas, las problemáticas conocidas siguen sin resolverse.
Por su parte, la secretaria general adjunta para Asuntos Humanitarios Ursula Mueller aseveró que el plan humanitario impulsado por Ucrania y el financiamiento (8 millones de dólares en fondos) de la ONU no es suficiente para solventar la grave situación.
Más de 600.000 personas están expuestas a las hostilidades que se vive al este de Ucrania tras el conflicto iniciado en 2013, que además ha causado el desplazamiento interno de 1,6 millones de personas, mayormente de ancianos.
Actualmente miles de ucranianos viven en sótanos como refugios y las escuelas se encuentran cercadas con sacos de arena en las ventanas, por los constantes ataques a los centros educativos.