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Las autoridades instaron a las personas que han sido evacuadas a mantenerse alejadas.

Las autoridades instaron a las personas que han sido evacuadas a mantenerse alejadas. | Foto: Reuters

Publicado 17 septiembre 2018



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Con el fallecimiento de un bebé, después de que un árbol cayese sobre su casa, se elevó a 18 la cifra de muertos por la tormenta tropical Florence en EE.UU.

La cifra de fallecidos por las inundaciones y fuertes lluvias provocadas por el fenómeno que comenzó siendo el huracán Florence aumentó a 18 en Estados Unidos (EE.UU.)

Solo han pasado días desde que Florence tocara tierra el pasado 14 de septiembre como huracán categoría I pero luego se degradó a tormenta tropical y aún así siguió arrasando la costa este, obligando a unas 20.000 personas a huir hacia refugios. 

Este lunes se dio a conocer la muerte de un bebé de tres meses que no pudo superar las heridas sufridas cuando un pino se derrumbó sobre la casa móvil familiar en la tarde del pasado domingo.  Es la segunda muerte de un niño pequeño a causa del huracan Florence, después que el pasado viernes falleciera otro junto con su madre, cuando otro árbol cayó sobre su vivienda en Wilmington.

A su vez, en el estado de Carolina del Norte, en Hampstead, otra mujer falleció de un ataque al corazón, y no pudo ser atendida por el equipo médico debido a los árboles caídos que bloqueaban la carretera.

>> Trump declara a Carolina del Norte zona de desastre

La tormenta continúa tanto en Carolina del Norte como en Carolina del Sur. Mas de mil personas ya han sido rescatadas de las crecidas de ríos y lagos. Por su parte, el gobernandor de Carolina del Norte, Roy Cooper, alertó que transitar por las rutas es temerario.

El presidente estadounidense, Donald Trump, visitará las áreas afectadas a principios o a mitad del semana próxima, "una vez que se determine que su visita no obstaculizará los esfuerzos de los servicios de rescate".

El tornado que llegó a ser de categoría cuatro, sobre un máximo de cinco en la escala de Saffir-Simpson, ahora se desplaza lentamente hacia el oeste y deja tras de sí una estela de inundaciones y ríos desbordados.


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