Al menos 150 familias agricultoras de Brasil radicadas en el campamento Chapada del Apodi, en el estado de Ceará, se encuentran este miércoles resistiendo a la Policía Militar (PM) para no ser desalojados de las tierras que habitan.
Los trabajadores ocupan y labran las tierras desde hace cuatro años y este sería el cuarto intento de expulsión en los últimos diez días.
La acción de los funcionarios se da luego de que un juez dictaminara que los agricultores debían desalojar el campamento este miércoles 21 de noviembre.
Los oficiales bloquearon la carretera de acceso al campamento para impedir que la ciudadanía y otros agricultores se acerquen al lugar a ayudar a los expulsados.
Representantes de la Iglesia católica, del Movimiento Sin Tierra (MST), estudiantes y de la audiencia de derechos humanos de Ceará se encuentran negociando un acuerdo con los oficiales para evitar la materialización de la acción judicial.
La coordinación del MST, Iris Carvalho, expresó que "la ocupación de la Chapada del Apodi ocurrió con la intención de los trabajadores y trabajadoras las retomar sus tierras, de plantar, de garantizar el acceso a la tierra, el agua, por eso exigimos una solución inmediata del Gobierno estatal y federal para resolución del desalojo y expropiación inmediata. Este no es el primer mandamiento de desalojo, vinieron otros antes de eso. Aquí las familias viven bajo constante amenaza de desalojo".
>> Medidas de Piñera y Temer que coinciden contra los pueblos