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 El ajuste salarial se calculó con base en la fórmula prevista de la nueva política de aumento del salario mínimo propuesta por el presidente Lula.

El ajuste salarial se calculó con base en la fórmula prevista de la nueva política de aumento del salario mínimo propuesta por el presidente Lula. | Foto: Xinhua

Publicado 28 diciembre 2023



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Según la Constitución brasileña, el salario mínimo debe ajustarse a la inflación, para garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo del pueblo.

El Gobierno de Brasil estableció que el salario mínimo nacional será de 1.412 reales (293 dólares) a partir del 1 de enero de 2024, medida dictada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva que fue publicada en una edición extra del Diario Oficial (Gaceta Oficial) en la noche del miércoles.

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El nuevo salario mínimo entra en vigor el 1 de enero. Esto significa que aquellos que reciben el salario mínimo o prestaciones vinculadas al mismo recibirán el total ajustado a principios de febrero.
   
Según la Constitución brasileña, el salario mínimo debe ajustarse en función de la inflación, para garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo del pueblo.

En este sentido plataformas locales indican que el ajuste se calculó con base en la fórmula prevista en la nueva política de aumento del valor del salario mínimo nacional propuesta por el presidente Lula da Silva.

De acuerdo a medios brasileños de noviembre de 2022 a noviembre de 2023 la inflación medida por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) fue de 3.85 por ciento.

De igual manera alertan medios brasileños que Lula da Silva ya había declarado un aumento extra al salario mínimo en mayo, durante el primer año de su tercer mandato.

Por otra parte, de acuerdo al Boletín Focus, el primer año del tercer mandato de Lula da Silva será mejor que lo previsto. Brasil debe terminar 2023 con 4.46 por ciento de inflación, siendo que hace una semana estaba en 4.49 por ciento la previsión.

En este sentido para el 2024 la previsión es que el año acabe con 3.91 por ciento de inflación, mientras que hace una semana la previsión era 3.93 por ciento, mientras que el año pasado, bajo la presidencia de Jair Bolsonaro, el país cerró su inflación anual en 5.79 por ciento.


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