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El canciller de Rusia Seguei Lavrov, ha acusado este jueves a Estados Unidos de apoyar a los partidarios de la guerra en Kiev y de obstaculizar los esfuerzos por la paz en Ucrania.
En rueda de prensa, Lavrov afirmó que se trata de “un repunte de la retórica antirrusa (...) justo cuando había esfuerzos activos en busca de una solución política. Hay que decir que el 'partido de la guerra" en Kiev cuenta con un apoyo activo en el extranjero, y en este caso en Estados Unidos".
El ministro de exteriores ha resaltado este jueves las consecuencias de los ataques a la población civil ucraniana y ha pedido la detención de los bombardeos.
Los puntos expuestos por Lavrov, forman parte del plan de paz para el este de Ucrania presentado por el presidente de su país, Vladimir Putin.
La propuesta del jefe del Kremlin insta a los dos bandos a poner fin a cualquier acción ofensiva en el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk y señala que las tropas ucranianas deben retirarse de las inmediaciones de todas las ciudades a una distancia que impida su cañoneo con artillería.
“La población civil de las regiones consternadas son las principales víctimas. La responsabilidad es hacia el pueblo que sufre, hay que detener la guerra y buscar soluciones pacíficas”, sostuvo Lavrov.
El diplomático instó a que el plan de siete puntos presentados por el presidente ruso debería tomarse en cuenta por todas las partes implicadas en el conflicto.
“Uno de los puntos solicitados es la detención de los bombardeos en las zonas en donde viven civiles y la reconstrucción, a través del envío de especialistas, de las infraestructuras antes que llegue el invierno”, agregó.
Lavrov lamentó que algunos principios básicos del Consejo de Europa y de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) no se respeten plenamente.
