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Bachelet no ha decidido los contenidos de la reforma ni si debería enviarse el proyecto al Congreso, aseguró el ministro de Hacienda de Chile.
El ministro de Hacienda de Chile, Rodrigo Valdés, informó este martes que el proyecto para modificar el sistema de pensiones fue condicionado, pese a que aún la presidenta de ese país Michelle Bachelet "no ha decidido ni los contenidos", ante la falta de acuerdo entre los partidos del oficialismo.
"Incluso no ha decidido si el proyecto tiene que ir, porque va a depender de qué grado de consenso haya", precisó el ministro y a su vez pidió "paciencia".
Valdés reconoció que de no haber consenso no tiene sentido impulsar un proyecto de reforma a las pensiones.
"Necesitamos por lo menos consenso en nuestro mundo, si vamos a pelearnos entre nosotros, no tiene sentido", dijo.
Asimismo, el ministro de Hacienda sostuvo que le entregará a la presidenta "acuerdos y desacuerdos, consensos y disensos que hay respecto a distintas ideas, y ahí será la mandataria quien tomará un tiempo para pensar si es conveniente o no mandar un proyecto, dependiendo del grado de apoyo que tengamos".
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En 2016, Bachelet anunció el aumento en 5 puntos porcentuales, hasta el 15 por ciento de la tasa de cotización de los trabajadores, con cargo al empleador y confirmó la creación de la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) estatal.
A pesar de que las medidas anunciadas por la jefa de Estado tienen el objetivo de mejorar las pensiones de los jubilados, según la encuestadora Cadem el 58 por ciento de los chilenos están convencidos de que estas no conseguirán ese objetivo, mientras que un 65 por ciento cree que el Gobierno no logrará alcanzar un gran pacto nacional con todas las fuerzas políticas para mejorar las pensiones.
Los partidos de centro-izquierda difieren con la propuesta que se busca presentar ante el Congreso, por desconocer el destino de los fondos que se buscan aumentar, así como quién administraría esos recursos.
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Los ciudadanos chilenos están obligados a depositar el dinero para su jubilación en cuentas individuales manejadas por entidades privadas conocidas como las AFP, un sistema de pensiones que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet.
Las AFP administran unos 170 mil millones de dólares aportados por los trabajadores para sus jubilaciones, invertidos en acciones o renta fija y cuyas pérdidas son asumidas por los cotizantes.
