El instructor y controlador de vuelo de la NASA, Robert Frost, explicó que la exposición prolongada a la radiación es un factor de riesgo muy serio para desarrollar enfermedades como el cáncer y las mujeres son menores tolerantes a la radiación que los hombres.
Las agencias espaciales han establecido unos límites de seguridad sobre la radiación. Los hombres pueden recibir hasta un 30 por ciento más de radiación que las mujeres.
Sin embargo, las mujeres tienen algo a su favor: al pesar menos que los hombres es más fácil y económico enviarlas al espacio. Por ello, muchos creen que la brecha entre ambos sexos no debería ser muy alta.
"Con el alto costo de seleccionar y entrenar a los astronautas, se puede argumentar que el dinero ahorrado usando astronautas varones para misiones más largas puede equilibrar el dinero adicional necesario para transportarlos", indicó Frost.
Ante esta desigualdad, la NASA amplió sus esfuerzos para conseguir diversificar sus equipos y en la última promoción de astronautas las mujeres ya eran el 50 por ciento.
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