Ambas oficinas de las Naciones Unidas recordaron que recae en las autoridades mexicanas la responsabilidad de acreditar, mediante una investigación exhaustiva, independiente e imparcial, si se llevó a cabo un uso de la fuerza ajustado a la ley.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos humanos (ONU-DH) condenaron este miércoles los hechos violentos ocurridos en la cárcel de Cadereyta, en el estado mexicano de Nuevo León, que dejaron al menos 16 reos muertos y 30 heridos.
Los organismos exigieron a las autoridades de Nuevo León realizar una investigación pronta, diligente y respetuosa del debido proceso, que esclarezca la tragedia ocurrida y otorgue justicia a las víctimas y a sus familiares.
Informamos los nombres de los trece internos fallecidos en los disturbios del #PenalCadereyta este martes 10 de octubre. pic.twitter.com/yJiBbOO1Vg
— Gobierno Nuevo León (@nuevoleon) 11 de octubre de 2017
Las agencias de las Naciones Unidas recordaron a las autoridades las obligaciones especiales que tiene el Estado mexicano en su posición de garante frente a las personas presas, teniendo presente lo dispuesto en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocidas como las “Reglas Mandela”.
Asimismo, llamaron a las autoridades federales y estatales a adoptar las medidas necesarias para garantizar que no se repitan estos hechos trágicos.
La UNODC y la ONU-DH también ratificaron su compromiso de brindar cooperación y asistencia técnica a las autoridades mexicanas, con el fin de fortalecer las capacidades institucionales del sistema penitenciario en ese país.