A partir del 28 de agosto entrará en vigor una Ley que impide que las ciudades y condados de los Estados Unidos establezcan su propio salario mínimo por encima del límite estatal.
La hora de trabajo dictada hace 10 años por el gobierno de Estados Unidos es de 7,25 dólares. Pero el estado de San Luis, en Misuri, tiene la hora de trabajo desde el 2015 en 7,70 dólares y tenía previsto un aumento a 11 dólares para el primer trimestre de 2018.
Con la entrada en vigencia de la Ley, el estado se verá en la obligación de bajar 23 por ciento el salario, medidas que perjudican a cientos de miles de trabajadores.
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El gobernador republicano Eric Greitens asegura que la ordenanza de San Luis que elevaba la remuneración '”mataría a los empleos”.
“Este aumento en el salario mínimo podría ser muy bonito en el papel, pero no funciona en la práctica, el gobierno impone un salario arbitrario y las pequeñas empresas tienen que cortar las horas de las personas o dejarlas ir”, agregó.
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Por otra parte, la alcaldesa de la localidad, la demócrata Lyda Krewson dijo que la nueva ley es “un revés para las familias trabajadoras”.
"El estado ha impedido que las ciudades promulguen leyes sobre muchos temas, incluyendo armas, medicina para el resfriado y ahora nuestro salario mínimo", resaltó la alcaldesa.