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El Gobernador de Michoacán (México), Salvador Jara Guerrero, dijo que el asesinato de la joven enfermera Erika Cassandra Bravo Caro, de 19 años, responde a un hecho aislado y descartó emitir una alerta de género, pese a que se trata del segundo femicidio que ocurre en menos de una semana.
Entre tanto, el procurador general de Justicia de Michoacán, Martín Godoy Castro, aseguró a medio locales que el hecho no está relacionado con el crimen organizado sino que apunta a un asunto personal o pasional.
El pasado fin de semana, Erika Bravo fue hallada sin vida con el rostro desollado y lesiones de arma blanca, en una carretera de Michoacán.
La última vez que la vieron estaba vestida de enfermera y se dirigía a cuidar a unos niños. Los familiares pidieron ayuda por medio de las redes sociales para localizarla.
Este martes, estudiantes de Enfermería y de la Normal Urbana de Morelia protagonizaron una protesta para exigir justicia por este crimen. Unos 150 alumnos se trasladaron al Palacio de Gobierno y responsabilizaron a las autoridades estatales por omitir los casos de femicidio.
EN CONTEXTO
Este crimen recuerda la historia del normalista Julio César Mondragón, uno de los seis jóvenes asesinados el pasado 26 de septiembre durante el ataque policial contra más de 60 estudiantes en el municipio de Iguala (norte del estado de Guerrero, sur de México).
Fue detenido, torturado y ejecutado allí mismo por la policía municipal. Una foto que circula desde el pasado 2 de octubre en las redes sociales muestra al joven con el rostro desollado.
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