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Militantes de izquierda y movimientos sociales realizaron el pasado lunes una vigilia para protestar contra el posible arresto del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Militantes de izquierda y movimientos sociales realizaron el pasado lunes una vigilia para protestar contra el posible arresto del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. | Foto: Archivo

Publicado 18 octubre 2016



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El exmandatario manifestó que hay una persecución por parte del poder judicial hacia su persona, que con las acciones que han tomado desde hace dos años solo buscan condenar el proyecto político que él representa.

El expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, considera que los hechos por los cuales ha sido acusado son falsos y que únicamente tienen como objetivo dañar el proyecto político que él representa y no a su persona tal como se podría pensar.

Aseguró que quienes lo acusan saben que es inocente pero no pueden retirar las denuncias para no quedar desmoralizados, así lo aseguró el líder brasileño este martes a través de un artículo titulado "Por qué me quieren condenar" publicado en el periódico Folha de Sao Paulo. 

"Mis acusadores saben que no robé, que no fui corrompido y que no intenté obstruir la Justicia, pero no lo pueden admitir. No pueden retroceder tras la masacre que promovieron en los medios de comunicación", afirmó el exjefe de Estado.

 

"Tengo la conciencia y el reconocimiento de la gente. Confío en que prevalezca la justicia y la verdad."

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El fundador del Partido de los Trabajadores (PT) entiende la persecución que pesa sobre él como parte de una disputa política que busca destruir una corriente de pensamiento, pero que a su vez está estropeando seriamente las bases de la democracia.

 

"Después de dos años, no pudieron encontrar nada capaz de vincular mi nombre a desviaciones investigadas".

De igual manera, ha manifestado su desasosiego por las reiteradas violaciones al Estado de Derecho y la penumbra del estado de excepción que se alza desde hace un tiempo sobre el país.

Lula también reseña que durante 40 años su vida personal fue constantemente vigilada por órganos de seguridad, rivales políticos y la prensa brasileña. Destacó que nunca se han encontraron pruebas de actos indignos por su parte.

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Asimismo, el exgobernante ha dicho que pese al acoso del que es víctima, desde las elecciones de 2014, sigue trabajando con los sindicatos, movimientos sociales y partidos con la finalidad de defender el proyecto de cambio de Brasil.

Artículo completo >> Lula: Por que querem me condenar


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