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El juez federal Julián Ercolini ya analiza el pedido de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques de llamar a declaración a la expresidenta Cristina Fernádez de Kirchner.
Al recibir la petición, Ercolini puso su equipo a estudiar el pedido de los fiscales y en las próximas semanas deberá decidir si acepta o rechaza convocar a Fernández como sospechosa.
Los fiscales Pollicita y Mahiques pidieron una nueva indagatoria sobre la exmandataria por el supuesto delito de defraudación y negociaciones incompatibles con la función pública.
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Los denunciantes consideran que durante el Gobierno de los Kirchner, Cristina Fernandez y su esposo Néstor montaron una “estructura funcional” destinada a favorecer al constructor Lázaro Báez con contratos de obra pública en la provincia de Santa Cruz.
Para el fiscal Pollicita, ese “sistema”, podría enmarcarse en los delitos de administración infiel en perjuicio del Estado y negociaciones incompatibles con la función pública.
Según el Código Penal, el primero tiene una pena de dos a seis años de prisión; y el segundo prevé un castigo de uno a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer funciones estatales”.
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Además de Cristina Fernández, los fiscales solicitaron al Juez Ercolini que también cite a declarar como imputado a otros 31 exfuncionarios nacionales y provinciales entre los que se encuentran el exministro de Planificación Federal Julio De Vido; el exsecretario de Obras Públicas, José López.
De acuerdo al diario argentino Página 12, la proliferación de imputaciones dentro de los tribunales federales contra Cristina Fernández, De Vido, López y otros exfuncionarios, encuadra en las directivas de la Sala II de la Cámara Federal, que lidera la ofensiva jurídico-política contra CFK.
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Según la información del medio argentino en referencia a las nuevas acusaciones contra la exmandataria, no se han mostrado pruebas sobre los delitos de los cuales se le imputa a Cristina Fernández, los informes de la Auditoría y de Vialidad actuales –alineados con el macrismo– sólo plantean polémicas, pero no exhiben ninguna evidencia.
