Rafael Correa atraviesa por lo que expertos han denominado “golpe blando”, fenómeno que busca afectar a los gobiernos progresistas de América Latina.
Ante el fracaso del llamado de la derecha a paralizar las actividades en Ecuador, grupos radicales han intentado buscar una salida violenta para obligar el abandono del poder por parte del presidente Rafael Correa.
Así lo aseveró el asambleísta del Movimiento Alianza País, Fausto Cayambe, quien en el programa Agenda Abierta transmitido por teleSUR manifestó que las movilizaciones en Quito (capital ecuatoriana) pautadas el pasado jueves acabaron en hechos vandálicos ante la escasa convocatoria.
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Precisó que en Ecuador se han reportado paralizaciones puntuales como el caso de Cotopaxi, Zamora Chinchipe y Morona Santiago; sin embargo, “el país sigue marchando, con un Gobierno y un pueblo vigilante” que lucha contra las campañas desestabilizadoras que atentan contra la soberanía.
Cayambe indicó que los cambios en Ecuador deben darse “en el marco de la estabilidad democrática”.
El asambleísta señaló que el Gobierno de Correa “ha tomado decisiones económicas inteligentes” con las que se ha permitido mantener el crecimiento social y económico del país.
Cayambe recordó que, anteriormente, las administraciones de derecha en Ecuador afrontaban la crisis económica, como el caso de la caída del precio del petróleo, con recortes sociales, lo que provocaba “que se dejaran de pagar los sueldos hasta por tres o cuatro meses”. Además, sostuvo que se elevaban los precios de los alimentos y servicios básicos “para compensar la caída del crudo”.
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Por otra parte, reiteró que ante la coyuntura que ha representado la caída del petróleo, el crecimiento de Ecuador se ubicó en 1,9 por ciento. A pesar de eso, el Gobierno no ha paralizado las obras, la construcción de infraestructuras y la garantía del acceso al sistema educativo.
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