De los 140 estudiantes de primer nivel de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, 110 están ausentes: los 43 desaparecidos tras los ataques en Iguala el pasado 26 de septiembre y 67 más que desertaron por temor.
El miedo hizo que estos 67 compañeros de los desaparecidos abandonen los estudios, no quieren correr con la misma suerte que corrieron los 43.
“Mis padres me han dicho que me vaya a la casa. Prefieren que me quede sin estudiar a que me maten por ahí”, dijo. Además de su objetivo de ser profesor rural, Ernesto dice tener la misión de impedir a toda costa el cierre de la escuela de Ayotzinapa y de una docena de centros similares en el país.
Otro compañero, que aún no sabe donde consiguió fuerzas para escapar de los ataques de Iguala con una rodilla herida de bala, dice "yo con mis camaradas,he convivido y he llorado, hemos comido juntos, hemos tomado. Veo que algunos 'compas' se van, se van, no sé por qué se van, pues tienen miedo”.
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Los alumnos de estas escuelas públicas y radicales están acostumbrados a exigir con métodos contundentes que el Gobierno las mantenga abiertas. La noche de los ataques, los 43 estudiantes se habían apropiado de varios autobuses en Iguala para regresar a Ayotzinapa.
El alcalde, vinculado con un cártel narcotraficante, ordenó el ataque porque temía que los jóvenes fueran a boicotear un acto público de su esposa, según la fiscalía.
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Este miércoles las familias de los 43 desaparecidos obtuvieron el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto para "redignificar" a estas escuelas. Sin embargo, los padres señalaron que no creen en las promesas del Gobierno, y que no habrá nuevas reuniones hasta no haya resultados contundentes.