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El analista Internacional Basem Tajeldine aseguró que las acciones llevadas a cabo por Colombia a raíz del conflicto con Venezuela tienen como objetivo forzar una intervención militar de Estados Unidos contra su vecino país.
Durante una entrevista con el programa Agenda Abierta, transmitido por teleSUR, Tajeldine aseguró que el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, “ha creado una matriz de opinión en contra de Venezuela” que ha sido replicada no solo por los medios en su país sino que ha tenido eco en los grandes medios internacionales.
Sostuvo que Colombia se apoya en las bases militares norteamericanas, que han sido instaladas en la nación neogranadina en principio, “para luchar contra el narcotráfico”, pero que sin embargo son parte de un “plan expansionista” que se gesta desde la creación del Plan Colombia.
El especialista precisó que lo que quiere Santos es “afianzar su proyecto expansionista al estilo de Israel” permitiendo que la presencia de grupos irregulares se instalen tanto en su país como más allá de las fronteras de sus naciones vecinas como el caso de Venezuela, “exportando así su Estado fallido”.
“Ese Gobierno quiere hacer quedar a Venezuela como el Estado agresor” agregó, a la vez que señaló que el mandatario colombiano no se aleja de su antecesor, Álvaro Uribe, utilizando de igual forma falsos positivos para desviar la realidad de su país.
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Mencionó el caso de los desplazamientos de colombianos a través del río Táchira, hecho que fue reseñado por las agencias internacionales como si fuese Venezuela el que obligó a los colombianos a salir por esa vía, “cuando la realidad es distinta (...) los colombianos indocumentados en el país que abandonaron Venezuela a través de un río que no le llegaba ni a las rodillas, fue por decisión propia”.
Tajeldine indicó que Venezuela ha denunciado la presencia de grupos paramilitares y del narcotráfico, principalmente en los estados Táchira y Zulia, donde el contrabando de extracción produce graves daños en su economía.
El analista estimó que entre Táchira y Venezuela se fugan “10 mil millones de dólares (...) causando una enorme desangramiento en la economía venezolana, que ni siquiera es para beneficio de los propios colombianos”.
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