La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se dirigió a los brasileños pediéndole que defiendan la estabilidad del país, debido a la crisis política y económica que enfrenta la nación, tras los boicot de los denominados golpes blandos en América Latina.
La mandataria ofreció estas declaraciones al culminar una entrega de viviendas el pasado viernes en la localidad de Campina Grande, Paraíba, donde otorgó mil 948 unidades habitacionales sociales pertenecientes al programa “Mi Vida, mi Casa”.
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"No podemos volver atrás, no podemos perder lo que ya conquistamos, este programa no se perderá, es el firme compromiso del Gobierno", explicó Rousseff en su discurso, en el que pidió fe a las familias más afectadas con los golpes blandos, asegurando estrategias que les permitirá salir de la situación lo más rápido posible.
La mandataria cuestionó la tensa relación que mantiene el Congreso con su Gobierno sobre lo que comentó que en una democracia es absolutamente natural que haya debate y que existan divergencias.
En relación a la entrega de más de mil viviendas, el Estado brasileño informó que invirtió 91,3 millones de reales (24 millones de dólares) provenientes de los fondos destinados al programa social más exitoso del Gobierno que a la fecha ha proporcionado vivienda digna a 9,2 millones de brasileños.
La mandataria tiene previsto lanzar el 10 de septiembre la tercera fase del "Mi Vida, Mi Casa” en la que entregará otros tres millones de viviendas hasta 2018, cuando concluirá el segundo mandato de la presidenta y el cuarto periodo consecutivo del Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil.
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Contexto
Rousseff mantiene una agenda de trabajo en la que se ha propuesto la promoción y entrega de obras sociales, pese a la crisis generada por la campaña de desprestigio en contra de la Presidenta y su organización política, el Partido de los Trabajadores.
La Presidenta ha dialogado con diferentes sectores, entre ellos movimientos sociales, líderes sindicales y el Congreso, donde espera obtener propuestas de desarrollo social y económico, sin distinguir la posición política.