La mandataria constitucional de Brasil, Dilma Rousseff, lamentó este jueves el fallecimiento de la esposa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Marisa Leticia, y aseguró que tanto Lula como su compañera fueron "víctimas de persecuciones e injusticias".
"Hoy es un día triste para todos los que conocen y admiran a doña Marisa Leticia. Sabemos del amor y la fuerza que siempre prestó al presidente Lula. Una mujer de fibra, guerrera que conquistó espacio en tan importante papel político", manifestó Rousseff.
Rousseff destacó el papel fundamental que representó doña Marisa en la vida del exmandatario Lula da Silva porque le permitió a este construir un Brasil justo, solidario e incluyente.
El lunes el expresidente brasileño vinculó indirectamente las investigaciones de la Operación Lava Jato al estado de salud de su esposa.
"Creo que la presión y la tensión hacen que las personas lleguen al punto al que Marisa llegó, pero eso no hará que yo me quede llorando en las esquinas, se quedará en mi cabeza como un recordatorio de que la lucha debe continuar", dijo Lula ante simpatizantes en el Instituto Lula de la ciudad brasileña de Sao Paulo.
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Marisa Leticia de 66 años de edad fue ingresada el 24 de enero en un hospital de Sao Paulo tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). Era la segunda esposa de Lula, con quien se casó en 1973. Junto a ella participó en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) en 1980.
Carta dirigida al expresidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva: