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MS-13 y Barrio 18 son las principales pandillas que operan en algunos países de Centroamérica

MS-13 y Barrio 18 son las principales pandillas que operan en algunos países de Centroamérica | Foto: Archivo

Publicado 5 septiembre 2015



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Las pandillas han afectado la situación de violencia en países centroamericanos como El Salvador, Guatemala y Honduras, donde el fenómeno se ha convertido en una amenaza importante para el bienestar nacional.

El Gobierno de Guatemala informó a finales de 2014 que en todo el país las pandillas callejeras, que forman parte del crimen organizado, cuentan con unos 12 mil integrantes.

Entre los más de mil delincuentes activos en prisión se encuentran algunos de los principales cabecillas de las pandillas, encargados de emitir las órdenes de asesinatos o extorsiones que son recibidas por los jóvenes miembros.

Una información recopilada por el diario La Hora de Guatemala reveló que el trabajo del Estado para combatir a las pandillas no ha ofrecido resultados efectivos.

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De acuerdo con organizaciones civiles que radican en el país la faltas de oportunidades, la violencia en el núcleo familiar y el abandono de los estudios son algunos de los factores que influyen para que los menores de edad se unan a las pandillas.

Los miembros de estas pandillas, también conocidos como mareros, se diferencian de los Mara Salvatrucha, que fueron creados en Estados Unidos (EE.UU.) durante la década de los 80 y se expandieron progresivamente hacia países como El Salvador, Guatemala y Honduras.

Sus orígenes son las calles de la ciudad de Los Ángeles, estado de California (EE.UU.). Sus actividades criminales incluyen venta de drogas y armas, extorsión, secuestros, robo y asesinatos por encargo.

La influencia de EE.UU. en las pandillas

La mayoría de los integrantes de la Mara Salvatruca (también denominada MS y MS-13) son ciudadanos de nacionalidad salvadoreña, hondureña o gualtemateca.

Se distingue de otros grupos del crimen organizado por la utilización lenguaje de señas para identificarse y comunicarse; además de su característicos tatuajes en todo el cuerpo.

Una de las pandillas rivales de la Mara Salvatrucha, conocida como Barrio 18 (o M-18), también fue formada por inmigrantes hispanos en Los Ángeles. Se establecieron principalmente en países de Centroamérica, cuando sus integrantes fueron deportados desde EE.UU. hacia sus naciones de origen.

Se trata de una de las organizaciones criminales juveniles más grandes del hemisferio occidental. Posee células que operan desde Centroamérica hasta Canadá, incluyendo territorio estadounidense.

Los "esfuerzos" de las autoridades estadounidenses para detener el crecimiento de estas pandillas han sido insuficientes. A finales de los años 90, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI por su sigla en inglés), detuvo a algunos de los principales líderes de la pandilla Barrio 18.

Dicho procedimiento no perjudicó a la pandilla; debido a que le dio a la organización criminal una nueva base para operar y hacer reclutamientos a través de las prisiones federales en las que fueron recluidos sus integrantes.

Tregua entre pandillas

En marzo de 2012 los líderes de ambas pandillas acordaron una tregua nacional, mediada por ONG locales y la iglesia, la participación del Gobierno de El Salvador. Como resultado del cese al fuego, las tasas de homicidio en El salvador registraron descensos. 

La situación se agravó en 2014 tras la ruptura de la tregua entre pandillas, que ocasionó el aumento de tasas de homicidios. Con la llegada del presidente Salvador Sánchez Cerén, el gobierno creó un nuevo consejo de seguridad destinado a proponer cómo combatir el crimen y la violencia, en el que sus miembros han sido enfáticos en la realización de futuras negociaciones con los miembros de las pandillas están fuera de la mesa.


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