Honduras: El circo del horror | Blog | teleSUR
22 marzo 2018
Honduras: El circo del horror

“Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”

Honduras: El circo del horror

Salvador Allende

 

La cita de la celebre frase de Salvador Allende, momentos antes de su muerte, son sin duda la expresión de esperanza de un gran revolucionario, mas no pueden ser tomadas con carácter premonitorio. Simplemente, el accionar de los pueblos tiene dos componentes que afectan su historia permanentemente: su propio avance y acumulación de fuerzas, y las acciones del enemigo que son siempre encaminadas a ejercer destruir las primeras.

Es innegable la acumulación de fuerzas del pueblo hondureño, por mucho que algunos buscan restarle valor a lo que aquí ha sucedido. El Golpe de Estado Electoral del 26 de noviembre, marco un nuevo punto de inflexión, que es continuidad del quiebre suscitado después del Golpe Militar de junio de 2009. La continuidad del golpismo durante una década, no solo lo ha desgastado, sino que ha ido produciendo un ascenso importante en la consciencia del pueblo hondureño, que lucha por destruir a su enemigo, y, con ello, solucionar de una vez por todas, la calamidad en que vive.

La estrategia gringa para controlar el levantamiento de la población, ha sido muy clara, y, diríamos, que subestima el nivel de avance del pueblo hondureño. La idea ha sido reavivar el “espectro” de la corrupción como un mal generalizado que debe ser terminado. La misión de los medios ha sido minimizar el asunto del Golpe Electoral, y reemplazar las primeras planas con sendos “escándalos” de corrupción que conmocionan a la sociedad. Con ello, el enemigo claro, el “dictador” desaparece y aparece el corrupto.

La OEA ha sido el operador de la estrategia, que puso a Almagro a hablar sobre nuevas elecciones, mientras la MACCIH (dependencia de la OEA), lanzaba la primera parte de la caja china de la corrupción. Una vez que la MACCIH hablo de una “red de impunidad” que involucra hasta el presidente del Congreso Nacional, Almagro olvidó para siempre el asunto de las elecciones.

Como era de esperarse, ningún diputado ha sido señalado después del evento. Rápidamente, la MACCIH fue noticia, pero por la salida de Juan Jiménez Mayor, amigo de Almagro y de Juan Orlando Hernández, y apareció en visita Nikki Haley, embajadora gringa en la ONU, y después de una reunión a puertas cerradas con el Fiscal General y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el nuevo escandalo reventó, literalmente, unas horas después: la ex primera dama, Rosa Elena de Lobo fue enviada a prisión, por lavado de activos y otros bichos más.

Al régimen de Juan Orlando Hernández, sumamente debilitado, ya entregado completamente a las Fuerzas Armadas, tiene que sacrificar su propio Partido Nacional, para proteger sus intereses, quizá con la leve esperanza, de que esto persuada a los gringos de sacarlo de la presidencia en 2018. Claro, los acontecimientos van muy rápido, y, a medida se entrega, y fractura sus pilares de poder, su viabilidad disminuye.

Recientemente, el régimen golpista entro den un” pulso” con sus amos imperiales; la Sala de lo Constitucional declaro admisible un recurso de inconstitucionalidad contra el acuerdo de fundación de la MACCIH. Este es un circo que todos entendemos, pero es bueno saber hacia dónde se dirigen. Por lo pronto, los hondureños “no corruptos” gritan su apoyo a la MACCIH a los cuatro vientos, mientras los “si corruptos” saben que esa es una pelea que solo pueden ganar si los gringos quieren, y eso se ve difícil.

La siguiente parte del guion es armar una especie de “quilombo” de corrupción, en la que en los medios se acuse a diestra y siniestra por corrupción a miembros de todos los partidos políticos. Por supuesto, los gringos están convencidos de que su primer “target” es destruir la izquierda, representada en el Partido LIBRE, y en su coordinador general, el expresidente Manuel Zelaya Rosales. Este show ya ha comenzado con frases trilladas que buscan impacto mediático: “corrupción es corrupción, sea de izquierda o de derecha”, “la corrupción no tiene ideología”, “todos los corruptos deben ser tratados de igual forma”.

Ahora surgen “filtraciones”, seguramente provenientes de la inteligencia militar, a instancias del comando sur, en las que se desnudan casos “horribles” de corrupción en el gobierno del Poder Ciudadano, que presidio José Manuel Zelaya, a quien ya amenazan con cárcel, para el y sus colaboradores mas cercanos, especialmente aquellos que apoyan el Partido LIBRE. Para nadie en el continente es un secreto como construyen una matriz mediática los medios de la derecha, e, incluso, algunos que se autoproclaman de izquierda.

De los muchos escenarios posibles, crece uno, el de la “primavera catracha”, en el que las masas son impulsadas a ir a las calles a lanzar piedras contra todos los corruptos, sin importar que política representan. El “caos controlado”, ese en el que surge un poder superior respaldado por el poder factico al margen de la payasada institucional, el todopoderoso Fiscal General. En ese escenario, Juan Orlando puede ser sacrificado, al estilo Otto Pérez, o acepta un papel subalterno para instrumentalizar una salida “decorosa”, mediante una Asamblea Nacional Constituyente (que es un escenario que la derecha hondureña ha venido manejando en reuniones de sus líderes, incluido el partido Liberal).

Por supuesto, este escenario solo puede crecer si es capaz de “destruir” la imagen ganada por la izquierda, por el Partido LIBRE. La Alianza liderada por LIBRE para ganar la presidencia el 26 de noviembre pasado, es objeto permanente de escarnio, calumnias e injurias, que son agravadas por el accionar errático de su candidato y Presidente Electo, que no puede ocultar la presión que recibe para acercarse mas a sus “aliados naturales” en la derecha.

En resumen, anticipamos un “bombardeo” inmisericorde de los medios de comunicación contra el pueblo hondureño, durante muchos meses. Esto ira acompañado de un agravamiento extremo de la crítica situación económica, la profundización del desmembramiento del Estado, y la violencia criminal militar-paramilitar dirigida desde las Fuerzas Armadas de Honduras, para mantener la limpieza de clase que viene ejecutando desde 2010.

Volviendo al principio de este escrito, vemos que las fuerzas en contienda no han dicho la ultima palabra, y el pueblo hondureño tiene una buena posibilidad de avanzar mucho, si sabe entender como actúan sus enemigos, y sus dirigentes son capaces de llevar adelante un trabajo coherente y fuerte, mas allá de la denuncia, que lo lleve a un punto de confrontación álgido, pero del que puede salir mejor librado que de cualquier otro escenario en el que cae cándidamente en el juego de la derecha.

Para las fuerzas de izquierda del continente es muy importante recordar el carácter de laboratorio imperial que tiene Honduras. Todo nos lleva a pensar que los fraudes en las elecciones ya no son el momento último, sino son un transito a la violencia en todas sus formas, por lo que el trabajo de masas, la comprensión de la lucha en los movimientos sociales, y la conducción unitaria, servirán para alcanzar mejores resultados.

Latinoamérica ya no esta para jugar solamente con las reglas del enemigo.


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