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El 25 mayo de 2014, Petró Poroshenko ganó las elecciones presidenciales con el apoyo del 54,7 por ciento de los ciudadanos que participaron en unos comicios organizados por los grupos de derecha que habían derrocado al presidente Viktor Yanukovich meses antes.
El golpe de estado a Yanukovich el 22 de febrero de 2014 llevo a la separación de la península de Crimea y la guerra en la región del Donbass ucraniano la cual sigue vigente y sin un final a corto o mediano plazo.
A pesar de mantener un gobierno fiel a los dictámenes de Estados Unidos y a la Unión Europea, el país se encuentra sumido en una profunda crisis política, económica, social y territorial, asi lo expresó en entrevista para teleSUR el analista internacional Basem Tajeldine.
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Tajeldine explicó que la política exterior de Ucrania esta al servicio del interés de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en expandir su poderío militar hasta las fronteras de Rusia y controlar la región euroasiática.
El analista afirmó que la clase política y burguesía ucraniana termino por desmembrar al país, situación que ha llevado al conflicto en el este de Ucrania, región que concetraba el aparato industrial con grandes reservas minerales y naturales que despierta la ambición de las naciones de occidente.
Tajaldine aseguró que la situación económica del país es una catástrofe producto en gran parte del conflicto en el Donbass, a pesar del apoyo financiero internacional la economía ucraniana no ha logrado recuperarse desde el golpe parlamentario de 2014.
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El conflicto en el Donbass
El día después de su elección Petro Poroshenko, prometió que la reconquista del este del país no duraría "más de dos o tres meses", incluso "horas".
Sin embargo tres años despues el conflicto continúa vigente y ha puesto en relieve la incapacidad del Gobierno de Kiev de poner fin a una guerra que ha dejado más de 10.000 muertos, 1.7 millones de desplazados y alrededor de un millon de niños que necesitan ayuda humanitaria según Unicef.
Antes de iniciar el conflicto la regiones de Donestk y Lugansk concentraban la mayoría de la industria pesada vinculada a la extracción de minerales, el este del país aportaba más de la mitad presupuesto del país.
El embargo a los productos rusos impuestas por Kiev han perjudicado a gran parte de los habitantes del este ya que el intercambio comercial en la frontera era una fuente de empleo para miles de ucranianos.
Situación económica
Durante los años de presidencia de Poroshenko, la economía de Ucrania no ha salido de la crisis, el país aún permanece al borde de una quiebra y se ha visto obligado a solicitar apoyo a las instituciones financieras internacionales.
En abril de 2016 la deuda externa del país ascendió a 45,8 mil millones de dólares, mientras que en mayo de 2014 era de 25,5 mil millones de dólares, el Producto Interno Bruto (PIB) per capita en 2016 fue de 1.900 dólares, una reducción considerable frente a los 2.900 dólares del 2014.
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En mayo de 2014 un ciudadano ucraniano cobraba en promedio 290,1 dólares estadounidenses al mes para mediados del 2016 el sueldo promedio en el país ni superaba los 200 dólares.
Estas cifras dan muestra de la actual situación económica que atraviesa el país a tres años de la llegada al poder e Petro Poroshenko.
