El príncipe de Arabia Saudita, Talal bin Abdulaziz Al Saud, reconoció este jueves que la intervención militar en Yemen ha sido un fracaso, según la cadena alemana Fox.
Para el príncipe Al Saud la agresión militar no logró sus objetivos, entre los que destacaba debilitar al grupo rebelde de los hutíes.
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Además, Talal bin Abdulaziz Al Saud reveló que en los ataques aéreos contra el pueblo yemení los aviones eran piloteados por estadounidenses, franceses, paquistaníes, egipcios e indios, a quienes calificó de "mercenarios".
Asimismo, el príncipe aseguró que algunos de los pilotos cobran hasta 7 mil 500 dólares por un vuelo para bombardear a Yemen.
"Después de que algunos de nuestros aliados nos dejaron sólos y se negaron a participar en los bombardeos en Yemen, nuestros soldados perdieron ánimo para seguir en esta guerra e incluso algunos huyeron de los servicios militares", precisó el príncipe saudita.
EN CONTEXTO
La arremetida en Yemen, liderada por Arabia Saudita y secundada por los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Catar, Bahrein, Egipto, Jordania, Sudán, Pakistán y Marruecos; cuenta con el apoyo político, militar y financiero de Estados Unidos (EE.UU.) bajo el argumento de defender al expresidente Mansour Hadi y combatir posiciones del grupo chíi de los hutíes y de la Guardia Republicana.
El objetivo de la operación militar es defender los intereses de Arabia Saudita y Estados Unidos en la región, así como asegurar el control del Estrecho de Mandeb, por donde pasan unos 4 millones de barriles de petróleo al día.
Además, el Golfo de Aden es paso estratégico desde Europa hacia Asia y el Océano Pacífico. Por consiguiente, Yemen se sitúa en un lugar de enorme importancia estratégica, en la zona de mayor tránsito petrolero del mundo.