Las autoridades salvadoreños admitieron la posibilidad de que en el hecho estén involucrados miembros de las pandillas que siembran el terror en el país centroamericano, algunas de las cuales operan en esa zona.
Once personas fueron asesinadas este jueves en una zona rural del municipio de San Juan Opico, a 43 kilómetros al noroeste de San Salvador.
"Inicialmente podemos confirmar siete (personas asesinadas), en virtud que no ha entrado el fiscal a la zona", declaró un portavoz de la Fiscalía salvadoreña, no obstante, la Policía informó que las víctimas ascendían a 11.
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Según medios de comunicación salvadoreños, los ultimados eran trabajadores de una compañía distribuidora de energía eléctrica y habrían sido asesinados presuntamente por pandilleros de la zona.
"Las personas asesinadas vestían con chalecos similares a los que utilizan los empleados del sector eléctrico, pero no se ha podido determinar qué tipo de compañía", declaró el portavoz de la Fiscalía luego de ser consultado por periodistas.
"No se descarta que el hecho haya sido cometido por miembros de esas estructuras criminales (las pandillas), ya se está investigando, no sabemos qué motivó el asesinato de las personas", dijo a la prensa el director de la Policía, Howard Cotto.
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Voceros del Gobierno de ese país aseguran que el aumento en las cifras de muertes violentas obedece a "la tradicional disputa de territorios entre las pandillas para el tráfico de drogas al menudeo y el cobro de extorsiones", y agregan también "las bajas causadas por los cuerpos de Seguridad a estas organizaciones".
Las pandillas cuentan con unos 70 mil miembros de los cuales 13 mil están encarcelados, según estimaciones oficiales.