La rivalidad entre fuerzas leales al presidente de ese país, Salva Kiir, y los aliados al vicepresidente Riek Machar, ha provocado el resurgimiento de la violencia en la nación más joven del mundo.
El 9 de julio de 2016 Sudán del Sur cumplió cinco años de independencia en medio de ataques violentos que dejó numerosas víctimas civiles tanto en Juba (capital), como en Wau y Bentiu.
Considerada la nación más joven del mundo, el resurgimiento de la violencia en Sudán del Sur ha empeorado la situación humanitaria y miles de personas han huido hacia Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda.
El dato: Sudán del Sur aporta el 85 por ciento de todo el petróleo y en gran medida proviene de los estados fronterizos de Bentiu y Alto Nilo, así como de Jonglei. Ocupa "el tercer lugar en África en términos de reservas de esta materia prima, algo que convierte a Sudán del Sur en un punto de fricción de los intereses geopolíticos", refiere
Sputnik Nóvosti.
También es un país rico en yacimientos de hierro, cobre, cromo, zinc, volframio, mica, oro, plata y diamantes.
El presidente sursudanés Salva Kiir ordenó este martes a sus tropas el cese inmediato de las hostilidades junto al vicepresidente de ese país Riek Machar, quien también hizo lo propio con sus partidarios.
La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur reportó que el armisticio en la capital sursudanesa, Yuba, "es respetado mayormente, salvo tiroteos esporádicos", manifestó portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric.