Casi 4.000 palestinos asesinados por Israel en el sur de Gaza

El jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini, aseguró este jueves que un tercio de los palestinos asesinados desde el inicio del asedio israelí contra la Franja de Gaza, que superan ya los 11.500, perdieron la vida en el sur de ese territorio, adonde Israel los forzó a desplazarse pues supuestamente era un área más segura.

LEA TAMBIÉN: 

Sudáfrica pide a CPI investigar crímenes de Israel en Gaza

Días atrás, ante la extensión de los bombardeos israelíes contra barrios residenciales, escuelas, centros sanitarios, sitios de culto, refugios y centros docentes de la Unrwa y otras infraestructuras civiles, el funcionario reconoció que "en Gaza no hay lugar seguro, ni en el norte, ni en el sur ni en la zona central, ni siquiera los locales de la ONU son seguros".

Durante las últimas horas, medios de prensa reportaron que el Ejército israelí lanzó octavillas sobre localidades al sur de Gaza y urgió a sus habitantes a evacuar hacia zonas seguras y refugios, aunque no mencionó cuáles son y dónde se encuentran.

Las octavillas fueron lanzadas a residentes en las comunidades de Al Qarara, Khuza’a, Bani Suheila y Abasan, situadas al este de Khan Younis y donde se estima viven 100.000 personas.

Las tropas sionistas alegaron que se ven obligados a actuar en áreas residenciales debido a lo que llamaron "los actos del grupo terrorista Hamás", táctica intimidatoria que ya usaron en el norte de Gaza.

Desde el 7 de octubre, los bombardeos israelíes provocaron el desplazamiento forzoso de cerca de 1.6 millones de gazatíes. Esta cifra supera los 750.000 palestinos que, a través de violencia armada, fueron expulsados de sus tierras durante la Nakba, en 1948, luego de la creación del Estado de Israel.

Este jueves, Lazzarini junto a jefes de agencias de la ONU firmó un comunicado en que afirma que no participarán en la creación de ninguna "zona segura" si ello no es acordado por las partes en conflicto.

Recordó que estas zonas requieren un mecanismo de supervisión, garantizar seguridad, proveerlas de recursos para satisfacer necesidades básicas -alimentos, agua, refugio, higiene y asistencia sanitaria, entre otras- y permitir el libre movimiento de civiles.

Denuncia campaña de descrédito contra Unrwa

Durante una rueda de prensa, el jefe de Unrwa denunció que se ha orquestado una campaña selectiva contra la red de escuelas de esa agencia en Gaza, donde permanecen refugiados cerca de 800.000 palestinos. Negó que en esos centros se enseñen discursos de odio y que personal suyo se haya vinculado con la Operación Diluvio de Al-Aqsa.

Aseguró que toda la ayuda que llega a través de Unrwa se utiliza directamente, no se permite su desvío y se contrata entre proveedores y empleados de Unrwa que Israel verifica.

Por último, reiteró que la agencia se está quedando sin combustible y así no podrá atender al pueblo palestino. Aseguró que "hay un intento deliberado de estrangular nuestra operación y paralizar las operaciones de la Unrwa". Con anterioridad, Lazzarini declaró públicamente que la potencia ocupante está utilizando la cuestión del combustible como arma de guerra.