Al asumir la presidencia, Díaz-Canel llamó a la unidad del pueblo para continuar la construcción de un socialismo próspero y sustentable, con todos y para el bien de todos.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, cumple este 19 de abril un año en el cargo, al que llegó con el compromiso de dar continuidad a la Revolución del 1 de enero de 1959. “Asumo esta responsabilidad con la convicción de que cada cubano, desde la posición que ocupemos, seremos fieles al ejemplo del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, y del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista, Raúl Castro”, expresó en su primer discurso como jefe de Estado.
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Durante este primer año, Díaz-Canel realizó visitas de gobierno en las 15 provincias, congresos de organizaciones de la sociedad civil, eventos internacionales y su primera visita oficial al extranjero, realizada en mayo a Venezuela.
Cuba proclamó el 10 de abril su nueva Constitución, que reconoce el papel del mercado y de la inversión privada y extranjera, sin renunciar al sistema socialista del país. También se ratifican y amplían los derechos a las familias y trabajadores.
La nueva carta magna fue aprobada en referendo por el 78,3 por ciento del padrón electoral. En ese texto se restituyen los cargos de presidente de la República y primer ministro.
El 27 de enero, un potente tornado azotó La Habana provocando seis muertos y severos daños a 3.780 viviendas, tendidos eléctricos y teléfónicos, entre otras afectaciones. El tornado impactó con fuerza la región occidental del país con rachas de vientos superiores a los 100 kilómetros por hora.
El presidente informó en su cuenta de Twitter sobre los recorridos a lugares afectados por el fenómeno atmosférico y los daños severos. “Hasta el momento lamentamos la pérdida de tres vidas humanas y se atienden 172 heridos. Varias brigadas trabajando ya en el restablecimiento”, escribió.
El Gobierno cubano implentó medidas como abastecimiento de agua, alimentación adecuada a la población, el restablecimiento del servicio eléctrico, la limpieza y saneamiento de las calles.
Por otro lado, en octubre de 2018, el huracán Michael golpeó el occidente de Cuba, especialmente la provincia de Pinal del Río. Allí provocó diversos daños a viviendas, centros laborales, escuelas, y cultivos. Díaz-Canel orientó las acciones de recuperación en incrementar el plan de viviendas por año, con prioridad a la solución definitiva a los inmuebles de familias afectadas por eventos meteorológicos anteriores, mejorar los calificados de regular y en mal estado técnico constructivo y que permitan incrementar el fondo habitacional.
Además, reconoció la capacidad de las empresas constructoras del municipio para respaldar el programa de la vivienda a partir de diferentes tecnologías de prefabricados, elementos de pared, techo y piso, así como la organización del trabajo, disciplina, cultura de producción y experiencia de los obreros.
Días antes del aniversario de Díaz- Canel como presidente, Washington anunció sanciones para Cuba con la aplicación total de la Ley Helms Burton, que principalmente afecta el desarrollo económico de la isla.
En relación a la activación del título III de la Ley Helms-Burton, el presidente cubano afirmó que “no cambiará la actitud frente a los que sostienen la espada contra nosotros. Los cubanos no nos rendimos, ni aceptamos leyes sobre nuestros destinos que estén fuera de la Constitución”.
A juicio del politólogo Artuto López-Levy, este recrudecimiento de la política de bloqueo a Cuba tiene un efecto ambiguo. "Por una parte, las sanciones de Washington van a ralentizar la aplicación de medidas económicas en la isla como la unificación monetaria y el paso a una economía mixta abarcadora, con vínculos más directos entre el sector no estatal y la inversión extranjera", señaló.
En mayo de 2018 se produjo en La Habana la caída de un avión operado por la compañía mexicana Global Air, que causó 112 muertos y solo sobrevivió una persona. El presidente Miguel Díaz-Canel visitó el lugar del accidente para coordinar las labores de los grupos de rescate. Bomberos, policías y paramédicos trabajaron en la zona de la tragedia para contener las llamas y seguir buscando supervivientes.