Revolución Ciudadana rechaza acusaciones sobre magnicidio

El partido Revolución Ciudadana rechazó este lunes las acusaciones vertidas en su contra por un excandidato presidencial en relación con la presunta responsabilidad del exmandatario Rafael Correa en el asesinato del entonces candidato Fernando Villavicencio.

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Un comunicado del ente político califica las acusaciones de Christian Zurita como una "nueva infamia que pretende destruir la democracia y una vez más impedir que "el Ecuador se libere de tanta miseria en las urnas".

En esa dirección, exigen al Gobierno de Guillermo Lasso "claridad en los hechos", ello, debido a que la seguridad de Villavicencio estuvo a cargo del Gobierno de Lasso y lo asesinaron".

Recuerdan que, asimismo, la vida de los autores materiales del asesinato estuvo a cargo de "la SNAI (Gobierno de Lasso) y los asesinaron", por lo que manifiestan que "aún en contra de toda lógica resulta que, manipulando la opinión pública, la culpa es nuestra que dejamos de ser Gobierno hace 7 años."

Por otra parte, rechazan lo que denominan "la utilización proselitista y electoral de un hecho tan lamentable como el asesinato de Fernando Villavicencio, y tan sorprendente y aterrador como el asesinato de sus supuestos sicarios mientras estaban bajo resguardo de la Policía (el día del asesinato) y del SNAI en diferentes cárceles del país".

En esa misma medida, denuncian "cualquier tipo de acusación malintencionada que carentes de pruebas y fundamentos pretenden atentar deliberada mente contra la democracia a días de las elecciones presidenciales", las cuales tendrán lugar el próximo domingo.

En el día que se cerraba la instrucción fiscal del caso Villavicencio, y después de que el viernes se hallasen muertos en la cárcel a siete de los trece procesados, Zurita afirmó que el "testimonio adelantado del único testigo que les faltó matar (y que se encontraba protegido) señaló bajo juramento que los responsables del asesinato de Fernando Villavicencio es el 'Gobierno de Correa'".

"El valor pactado con los sicarios para acabar con la vida de Fernando fue de 200.000 dólares. Existió un primer intento el 1 de junio en la gran caravana de Santo Domingo (de los Tsáchilas), pero lo concretaron el 9 de agosto", manifestó Zurita basado presuntamente en la declaración de este testigo.

El expresidente Correa salió a desmentir las acusaciones y las calificó como un atentado a la democracia.