La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el Día Internacional de las Mujeres Rurales con el fin de reconocer la lucha de su modo de vida y concienciar sobre la importancia de la mujer rural.
Mediante la resolución 62/136 de 2008 de la Asamblea General de la ONU, el 18 de diciembre de 2007, se decretó el 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales, señalándose que la mano de obra agrícola de la mujer representa un 43 por ciento del mundo.
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Degradación de las mujeres en el trabajo rural
Aunque el papel que desempeña la mujer en la economía mundial es cada vez más importante, en la mayoría de los países las mujeres no son dueñas de los campos donde ejercen su labor, ni tienen acceso a créditos, a mercados de productos cultivados de gran valor o a materiales agrícolas.
Se estima que la mano de obra agrícola de la mujer es de 1.6 billones en el mundo, pero solo el 2 por ciento es propietaria de las tierras, y reciben el 1 por ciento del crédito de toda la agricultura.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera que en América Latina la brecha de género es amplia en la producción y desarrollo alimentario.
Según la FAO, se pudiera alimentar a 150 millones de personas más en el mundo, si se tuvieran las mismas condiciones de producción agrícola en ambos sexos, lo que se traduce en una lógica de opresión hacia el género femenino.
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Importancias y luchas de las Mujeres Rurales
Las mujeres rurales tienen un papel fundamental en el desarrollo mundial sostenible; estas contribuyen a la seguridad alimentaria y reducción de la pobreza.
Las exigencias de las mujeres se ha venido gestando de manera eficiente y los gobiernos progresistas han realizado reivindicaciones por la equidad e inclusión, tanto en el sector general de las mujeres, como en las campesinas.
La líder de Conamuri (Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas), Magui Balbuena, manifiesta que las mujeres deben adueñarse de los espacios políticos para ejercer presión en ejecutar sus derechos.
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Balbuena manifiesta que “en la ciudad, las personas sufren mucho más las consecuencias de la falta de alimentos (...) por eso es tan importante una alianza campo-ciudad, para que la gente que produce en el campo traiga sus productos hacia la ciudad y que la gente que vive en la ciudad valore y conozca el origen de los alimentos, dónde se cultiva, cómo se cultiva, cómo se procede”.
"Las mujeres organizadas producen alimentos para sus familias y también para la sociedad, sería tan interesante que desde el Estado tomen como un aporte importante, y a partir de ahí preocuparse y generar políticas hacia las mujeres del campo para poder mejorar sus condiciones laborales y de vida", agregó Balbuena.
Las mujeres rurales continúan bregando por sus derechos y por el reconocimiento de su importancia en el desarrollo y sostenimiento de los países, exigiendo el fin de la fuerte discriminación que sufre día a día en este sector.