Chelsea se llevó la segunda orejona a casa

Guardando toda proporción y con el mayor respeto por los aficionados, la final de la UCL Oporto 2021 fue lo más parecido a esas peleas del siglo que montaron, hacia finales de los 80 y comienzos de los 90, Marvin ‘maravilla’ Hagler y Tommy Hearns en los pesos medios. 

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Eran combates pensados para darlo todo en el ring en medio de un espectáculo que garantizaba a los aficionados el retorno de lo que habían pagado por las entradas, algunas revendidas hasta por cinco mil dólares en una ubicación media del escenario, no en ring side.

De igual manera lo fue la final de la UEFA CHAMPIONS LEAGUE, un partido pensado para el disfrute de los aficionados en todo el mundo durante los 90 minutos reglamentarios (97 si contamos la adición final). Entradas pagadas con gusto por los aficionados de los equipos que fueron desde Londres a Oporto en vuelos chárter y que, cualquiera haya sido el resultado para su equipo, recibieron a cambio un espectáculo sin igual.

La final de la UCL 2021 recibió público en el 30 por ciento del aforo del estadio Dragao y fue suficiente para comenzar a superar la tragedia que implica la pandemia a todo nivel.

El primer tiempo del partido fue parejo, con dominio de balón dividido entre los equipos y con una precisión de entrega en los pases del 82 por ciento para cada plantel.

Las llegadas del City no dieron resultado mientras que un ataque fulminante al minuto 42 del Chelsea terminó en gol tras el remate del alemán Kai Havertz, quien tras recibir el pase de Mount eludió a Ederson para dejar el primer periodo a favor de los dirigidos por Tuchel.

Para la etapa complementaria ambos equipos registraban cambios por lesión o decisión técnica. En Chelsea el brasilero Thiago Silva dio paso a Andrea Christiensen por un golpe mientras que Christian Pulisic entró por Timo Werner.

En desarrollo del juego una falta descalificadora del alemán del Chelsea Antonio Rüdiger mandó a los vestuarios al creativo del City Kevin de Bruine, jugada fuerte que amerito tarjeta amarilla para el defensa del Chelsea

A los 72 minutos Chelsea perdió la oportunidad de aumentar el marcador ante una gran corrida de Pulisic que desperdició ante el arquero Ederson Moraes del City.

En el 84 una llegada del argentino Agüero hizo aparecer en el juego al golero del Chelsea Mendy, que poco trabajo había tenido hasta ese momento. Aunque la posesión del balón indica que el City lo manejó mucho más que Chelsea ese dominio no se mostró en remates al marco rival.

La suspensión del juego por la falta sobre De Bruine llevó al juez a determinar 7 minutos de adición para completar los 45 reglamentarios de la segunda parte. Momentos intensos que culminaron con un remate del equipo ciudadano por Mahrez que pasó rozando el larguero de Mendy.

El resultado final le dio al Chelsea su segunda orejona, el trofeo más importante de clubes en el mundo.

Para el Manchester City y fue el primer sorbo en una final de UCL y la tercera final para su técnico el español Pep Guardiola que suma dos títulos con Barcelona y este segundo lugar con el equipo inglés. Para el kun Agüero su último partido con el Manchester.

Para Thomas Tuchel, técnico de Chelsea, los dos últimos años han sido de ensueño: finalista en la temporada 19-20 con el PSG de la UCL y ahora campeón con el Chelsea en su primer año de trabajo con Inglaterra. Un trofeo con el que debe haber soñado y que ahora para él es real. 

Terminó la temporada 20-21 de la Champions, evento previo a la Eurocopa de Naciones que tendrá público en los estadios, la esencia del espectáculo, como en aquellas viejas peleas de Hagler vs Hearns.