El presidente de Petrobras, Pedro Parente, y los directivos Ivan Monteiro, Jorge Celestino y Eberaldo de Almeida Neto, anunciaron la privatización de cuatro de 13 refinerías que tienen en Brasil.
Las cuatro refinerías que fueron privatizadas son la Refinaría Landulpho Alves (RLAM), en Bahía; Refinería del Noredeste o Abreu y Lima (Rnest), en Pernambuco; Refinería Alberto Pasqualine (Refap), en Rio Grande do Sul; y Refinería Presidente Getúlio Vargas (Repar), en Paraná.
Los ejecutivos de la empresa prevén la venta del 60 por ciento de las unidades de Petrobras, quedando solo con el 40 por ciento, y con el 75 por ciento del mercado de refino.
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El presidente de Petrobras indicó que es posible que el proyecto de negocios presentado este jueves sea aprobado en dos o tres semanas cumpliendo con el proceso de ventas, que establece las normas del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).
La privatización de Petrobras no es muy bien vista por la mayoría de los brasileños. El presidente del Sindicato de los Petroleros de Paraná y Santa Catarina (Sindipetro), Mário Dal Zot, aseguró que se encuentran debatiendo las formas de acción para impedir la privatización, incluso con la posibilidad de iniciar una huelga nacional en la compañía.