Una devaluación anualizada del peso argentino que roza el 100 por ciento ha puesto al país de Mauricio Macri en los titulares de economía del mundo. Lea algunos conceptos en contexto que le ayudarán a entender el tema:
- Liberación del dólar. El presidente argentino Mauricio Macri puso fin en 2015 al cepo o control cambiario que regía desde el 2011, cuando fue adoptado por el gobierno de Cristina Fernández. Así como también se dedicó a anular tantos logros del kirchnerismo como le fue posible.
El control cambiario fue impuesto debido a las condiciones económicas del país y en función a frenar el auemento de la fuga de capitales, disminuir la deuda y no afectar el gasto público.
En condiciones poco favorables y en un contexto mundial de proteccionismo económico, Macri "se abrió al mundo" con la liberación del dólar, que traería consigo devaluación, recortes en el gasto público y el beneficio del sector financiero.
- Corrida cambiaria. La corrida cambiaria es una situación en la que instituciones de gran envergadura y personas naturales acuden en masa a cambiar la divisa local, debido a las expectativas negativas sobre la economía del país al dudar que la moneda pueda mantener su valor.
En abril pasado arrancó la corrida cambiaria en Argentina y, en paralelo, capitales especulativos aprovecharon la falta de regulaciones para retirarse del país cuando la tasa de interés de Estados Unidos subió a tres por ciento.
El Banco Central en vez de controlar la fuga, ofertó 4.000 millones de dólares de las reservas internacionales, lo que hizo que más dólares salieran del país.
- Bicicleta financiera. La bicicleta financiera (carry trade) es un sistema de fuga de capitales que se ha vuelto un símbolo de la Argentina de Macri, principalmente porque ha multiplicado el capital de grandes fondos de inversión en todo el mundo.
Con dólares se compran pesos a determinado tipo de cambio, tiempo después se venden los pesos y se compran dólares. Al subir la tasa de cambio, se genera una ganancia.
- Endeudamiento. Todos los países —a mayor o menor escala— tienen deuda externa, pero al hablar de la economía en Argentina hay que hacer parada obligada en este tema. Hasta enero de 2018 la deuda externa de Argentina subió a 56 por ciento respecto al PIB desde la llegada de Macri a la presidencia en 2015, es decir, 35 por ciento más que cuando recibió el mandato.
La deuda externa crece en la gestión de Macri por diversos factores socioeconómicos, entre ellos, la solicitud de préstamos para sostener un estatus financiero de oferta y demanda de dólares.