El jefe de Estado argentino agregó que las propuestas de reestructuración no implican pérdidas para los acreedores.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, expresó este sábado que su Gobierno continúa activamente el proceso de renegociación de la deuda externa, pese a que el plazo dado a los acreedores para pronunciarse sobre la propuesta que les fue presentada venció este viernes.
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En entrevista ofrecida a una emisora de radio local, Fernández explicó que Argentina no tiene ningún interés en caer en impago (default). "Tanto no queremos caer en default, que hacemos una oferta. Nadie quiere caer en default”, afirmó el mandatario.
La propuesta representa honrar el 94.6 por ciento de la totalidad del capital principal y reducir en un cinco por ciento los intereses a abonar, además de un período de gracia de tres años para que Argentina emita sus pagos. Estos recortes representarían un ahorro de aproximadamente 41.000 millones de dólares para el Estado argentino.
Esta mañana repasamos con @Martin_M_Guzman el avance de la reestructuración de la deuda.
— Alberto Fernández (@alferdez) May 9, 2020
Continuamos diálogando de buena fe con los acreedores con el objetivo de alcanzar un acuerdo sostenible. pic.twitter.com/xMcmlgaOAs
"El capital prácticamente queda intacto porque sólo se afecta en un 5 por ciento”, dijo Fernández, ampliando sobre los intereses: “se pierden cinco puntos, pero se pagan dos en un mundo que paga cero".
La oferta de renegociación de la deuda externa fue una iniciativa del Gobierno argentino debido a la imposibilidad de sostener los pagos actuales en el escenario de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus.
Fernández ha reiterado en diversos escenarios que, frente a la Covid-19, debería suspenderse el pago de la deuda externa. En virtud de dicho criterio, ha impulsado las negociaciones con los acreedores de Argentina.
El presidente criticó la posición de una parte del sector empresarial argentino, que se opone a afectar a los acreedores. "Está la parte penosa del empresariado argentino, que dice págales a cualquier precio”, dijo Fernández, algo que definió como "un problema de cultura, de una perversa cultura de una parte del empresariado argentino".