Sostienen durante tres días en Noruega una ronda de diálogos con enviados de la UE, EE.UU. y grupos civiles afganos.
Una delegación de alto nivel, encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del Talibán, Amir Khan Muttaqi, inicia este domingo en la capital noruega, Oslo, una ronda de conversaciones de tres días con varios países para abordar la crisis económica y humanitaria que atraviesa Afganistán.
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Medios de prensa internacionales divulgan que se debatirán sobre ayuda humanitaria, política, educación y cuestiones económicas, en momentos en que el hambre amenaza a 23 millones de afganos (55 por ciento de la población) en pleno invierno.
Se prevé que la delegación se reúna con representantes del país sede, la Unión Europea (Unión Europea), Estados Unidos (EE.UU.) y con grupos civiles afganos.
د بهرنيو چارو د سرپرست وزير محترم مولوي امير خان متقي په مشرۍ لوړ پوړی پلاوی به سبا د ناروې هيواد په بلنه مرکز اوزلو ته روان شي. pic.twitter.com/zWEk8ZVb1x
— Abdul Qahar Balkhi (@QaharBalkhi) January 21, 2022
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega señaló que las conversaciones transcurrirán a puertas cerradas y no se prevé ninguna comparecencia ante los medios durante los intercambios.
La televisora pública noruega divulgó horas atrás que durante este domingo se producirán contactos entre los representantes del Talibán y grupos civiles afganos, los cuales podrían prolongarse hasta el lunes.
ناروې هیواد ته تر رواندیو وړاندي د متقي صاحب لنډي وضاحتي خبري. pic.twitter.com/atnQxHBpkf
— Bilal Karimi(بلال کریمي) (@BilalKarimi21) January 22, 2022
Respecto a la negociación con EE.UU., se prevé que los enviados de Kabul aborden el tema de los activos congelados, que se les retire de la lista negra que de manera unilateral confecciona Washington y la posibilidad de concretar relaciones diplomáticas entre los dos países.
Se trata de la primera visita oficial que realizan representantes del Talibán desde que tomaron el poder en la nación centroasiática en agosto de 2021.
Al respecto, Muttaqi declaró a medios de prensa afganos que “esta gira abrirá la puerta de un nuevo capítulo y de las relaciones con los países europeos”.
Norge har invitert representanter for Taliban til Oslo 23. til 25. januar 2022 for møter med norske myndigheter, representanter for det internasjonale samfunn og andre afghanere med bakgrunn fra det sivile samfunn.https://t.co/ymbT9ByIOS
— Utenriksdepartementet (@Utenriksdept) January 21, 2022
El pasado miércoles, en una conferencia económica, el Gobierno del Talibán responsabilizó a la comunidad internacional de sumir al país en la actual crisis económica y humanitaria por la suspensión de fondos para su reconstrucción. A esa conferencia asistió la enviada de Naciones Unidas para Afganistán, Deborah Lyons.
La ministra de Exteriores de Noruega, Anniken Huitfeldt, declaró a los medios que aunque estas negociaciones no implican un reconocimiento del Talibán, se debe “dialogar con las autoridades del país. No podemos permitir que la situación política lleva a una catástrofe humana”, acotó.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se precisan 5.000 millones de dólares de los países donantes para hacer frente este año a la crisis económica y humanitaria que enfrenta Afganistán.
En 2001 #USA invadió #Afganistan���� con los eslogan de AYUDA y "luchar contra el terrorismo". Hoy huye y deja a sus amigos talibanes
— Ariel Vaillant Terry (@ArielVaillant) August 15, 2021
Tras 20 años de intervención militar:
➡️Millones de afganos desplazados
➡️Más de 150 mil civiles muertos
¿Ayuda de #EEUU���� para #Cuba����? No, gracias pic.twitter.com/x4fhGrKvzg
De acuerdo con la Agencia para el Desarrollo de Estados Unidos (Usaid), el 73 por ciento de la población afgana vive bajo el umbral de pobreza y 6.8 millones de personas corren riesgo de padecer inseguridad alimentaria aguda, en un país que hasta 2019 la mitad de su presupuesto se conformaba con financiamiento exterior, según datos del Banco Mundial.
La invasión del país por EE.UU y su ocupación durante 20 años provocó la muerte de más de 150.000 civiles y el desplazamiento forzoso de millones de afganos, además de daños significativos a sus infraestructuras.