Vladimir Putin advierte que Ucrania está "al borde de una guerra civil"

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió este martes que el envío de fuerzas de seguridad, por parte del Gobierno de facto en Kiev, a las provincias del este de ucrania que desean celebrar un referendo separatista, sólo genera una escalada del conflicto político y social que vive el país europeo, dejando a Ucrania “al borde de una guerra civil”.

En una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, el Mandatario ruso señaló que el empeoramiento agudo de la crisis en Ucrania fue resultado de las políticas irresponsables de Kiev, que hace caso omiso a los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos ucranianos de habla rusa.

De acuerdo con un comunicado del Kremlin, Putin expresó que el despliegue de soldados en la región oriental de Ucrania es "un recurso inconstitucional a la fuerza contra manifestaciones pacíficas".

Para Putin, las autoridades en Kiev "tomaron un rumbo anticonstitucional al aplastar con la fuerza las protestas en las regiones surorientales ucranianas”.

Ambos líderes destacaron la importancia de las negociaciones previstas, en Ginebra, para el próximo 17 de abril, entre Rusia, la Unión Europea, Estados Unidos y Ucrania. "Es de esperar que en la reunión se logre enviar una señal clara que promueva la transición de la situación en una dirección pacífica", adelantó el líder ruso.

En tanto, Putin también recordó a la Canciller alemana la importancia de estabilizar la economía de Ucrania, así como la necesidad de solucionar la cuestión del tránsito de gas hacia Europa.

Moscú ha propuesto a Kiev que apruebe una nueva Constitución que convierta a Ucrania en una federación, otorgue a la lengua rusa el estatus de oficial y reconozca a Crimea como parte del territorio ruso.

Por su parte, las autoridades en Kiev han denunciado que en las regiones orientales de Ucrania se repite actualmente el mismo escenario que en la península de Crimea, adherida por Moscú el pasado 21 de marzo.

Por último, Putin mantuvo también una conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, a quien explicó que el empeoramiento de la situación en Ucrania se debe a “la ignorancia de los derechos e intereses jurídicos de los habitantes rusoparlantes” por el Gobierno interino de Kiev.