La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, continuará este viernes con su agenda de trabajo pese a los intentos de desestabilización y golpe de Estado que promueve la derecha en su país.
Como una política en defensa del pueblo brasileño y a la democracia, la dignataria ha decidido reforzar su mandato y no dejar solo al pueblo en el caso de que se consuma el golpe de Estado en su contra.
De acuerdo con la agenda oficial, para este viernes la dignataria tiene previsto instalar el Consejo Nacional de Política Indigenista, anunciar la extensión de la estancia de médicos extranjeros que hacen parte del programa “Más Médicos” y participar en la Conferencia conjunta de Derechos Humanos.
>> Dilma es víctima de un golpe blando asegura Pérez Esquivel
De igual modo, se espera la entrega de más unidades habitacionales del programa "Mi Casa, Mi vida", el cual le brinda techos dignos a los brasileños. También se prevé la firma de concesiones portuarias, así como el establecimiento de medidas fiscales en beneficio de la economía del país suramericano.
La decisión de la jefa de Estado de reforzar estas decisiones de Gobierno, que ya estaban previstas, obedece a que en el eventual caso de que sea aprobado un juicio en su contra, el vicepresidente, Michel Temer, tomaría posesión del cargo y al hacerlo cambiaría totalmente la política gubernamental iniciada por Rousseff.
La prensa brasileña ha dado a conocer el proyecto de Gobierno de Temer, el cual ha sido denominado Un Puente para el Futuro con el que aplicaría una serie de cambios neoliberales para acabar con todos los logros sociales de la administración de Rousseff.
>> Justicia brasileña analiza si Cunha puede asumir presidencia
>> Dilma Rousseff: Lucharé hasta que la democracia sea respetada