La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sostuvo un almuerzo este jueves en Sao Paulo con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, así como sus pares latinoamericanos y otros líderes extranjeros.
La recepción, de aproximadamente una hora, se llevó a cabo en el hotel Marriot de Sao Paulo, y de allí se dirigieron a la inauguración de la Copa Mundial en el estadio Arena Corinthians, según un reporte de la agencia EFE.
Rousseff estuvo acompañada por un grupo de mandatarios y líderes políticos invitados a la inauguración del Mundial, encabezados por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Paraguay, Horacio Cartes; Uruguay, José Mujica, y Surinam, Desi Bouterse.
Asimismo, estuvieron presentes los presidentes de Angola, José Eduardo Dos Santos, y Gabón, Alí Bongo; el vicepresidente de Ghana, Kwesi Bekoe Amissah-Arthur; el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, y primer ministro de Croacia, Zoran Milanovic.
Durante el encuentro con los líderes y sus homólogos, la Jefa de Estado agradeció a los presentes y enfatizó que el Mundial de Brasil debe caracterizarse por la tolerancia, el combate a los prejuicios y el respeto a la diversidad, según informó la estatal Agencia Brasil.
A la recepción también asistieron el vicepresidente brasileño, Michel Temer; el presidente del Senado, Renan Calheiros, y el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.